Castilla-La Mancha ha registrado entre el 1 y el 24 de junio de este año 183 incendios, de los cuales 162 -el 88,5 por 100- se han quedado en conatos, es decir, han afectado a una superficie menor a una hectárea.
La superficie forestal dañada ha sido de 127,7 hectáreas, un 56,8 por 100 menos que el pasado año en el mismo período, según ha informado la Consejería de Agricultura en nota de prensa.
Por provincias, Ciudad Real ha sido la más afectada hasta el momento, con 62,7 hectáreas; seguida de Toledo, con 54,2 hectáreas; Guadalajara, con 6,6 hectáreas; Cuenca, con 4 hectáreas; y Albacete, con 0,04 hectáreas.
La consejera de Agricultura, María Luisa Soriano, ha analizado junto al director general de Montes y Espacios Naturales, Javier Gómez-Elvira, el desarrollo de la campaña de incendios en la primera etapa de la época de riesgo alto de incendios forestales, que comenzó el pasado 1 de junio y se extenderá al menos hasta el 30 de septiembre.
Soriano ha alabado «el trabajo que está realizando el dispositivo de incendios forestales del Plan Infocam, cuya profesionalidad está permitiendo una respuesta rápida y eficaz ante los siniestros declarados», ha aseverado.
La consejera ha achacado el alto número de incendios que ha quedado en conatos al «excelente trabajo y preparación del dispositivo contra incendios forestales» y ha mostrado su «enorme satisfacción por el trabajo de todos los trabajadores», tanto de la empresa pública Geacam como del cuerpo de agentes medioambientales, del personal de la Consejería de Agricultura y otros departamentos del Gobierno regional, y de la plantilla de empresas colaboradoras.
Asimismo, ha agradecido el apoyo de los ayuntamientos, diputaciones provinciales, otras comunidades autónomas, el Ministerio de Agricultura y la Unidad Militar de Emergencias, así como la labor de Protección Civil, el Sescam, la Guardia Civil y la Cruz Roja.
Pese a los buenos datos, la consejera de Agricultura ha hecho un llamamiento a los ciudadanos para que extremen las precauciones y ha pedido a los agricultores y ganaderos que mantengan, «como hasta el momento, unas pautas correctas para evitar incidentes durante la realización de las tareas propias del campo».
Entre las medidas de prevención durante los trabajos agrícolas, ha destacado la necesidad de situar a un vigilante que observe las labores de la maquinaria y que disponga de herramientas manuales y agua suficiente que permita la extinción de los conatos de incendios que puedan surgir.
También ha recordado que hay que evitar los trabajos en los momentos de más riesgo, como son las horas centrales del día, los días con viento fuerte o los días con alerta por calor extremo, y que la maquinaria pesada disponga de dos extintores de al menos cinco kilogramos de polvo o gas carbónico cada uno de ellos, además de los dispositivos matachispas adecuados.
Soriano ha incidido en la necesidad de extremar las labores de mantenimiento de la maquinaria para evitar que un mal funcionamiento produzca rozamientos o chispas entre los elementos móviles y aumentar la altura de corte en zonas pedregosas para que el roce de los elementos mecánicos con piedras no origine chispas.
Además, ha advertido de que se deben recargar los depósitos de combustibles en zonas previamente desbrozadas hasta suelo mineral, creando áreas circulares de seguridad de un radio mínimo de dos metros para herramientas de mano y de 4 metros para maquinaria pesada.