La comunidad autónoma de Castilla-La Mancha facilitará «en breve» que un familiar pueda acompañar al enfermo que está agonizando en el hospital debido al COVID-19.
A preguntas de los medios en una rueda de prensa, la portavoz del Gobierno regional, Blanca Fernández, ha señalado que el Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (Sescam) está trabajando «desde hace tiempo» en un protocolo en este sentido que «está muy avanzando».
«Es una cuestión de humanidad»
La portavoz regional ha indicado que es una cuestión «de humanidad» pero ha pedido comprensión porque hasta ahora no se ha podido tomar esa medida ya que la situación de los hospitales era «muy complicada» y no se quería poner en riesgo la salud de ningún familiar.
«Hemos querido ser precavidos en ese sentido sabiendo el dolor que provocaba la decisión pero que eran más los beneficios que las dificultades», ha zanjado la portavoz del Gobierno autonómico.
Preguntada por la salida de los menores del desconfinamiento el próximo 27 de abril, ha señalado que cualquier decisión que se tome debe estar dialogada con las regiones, consensuadas entre las mismas y organizada y ordenada por la autoridad sanitaria nacional.
«Si Madrid toma mañana una medida le va a afectar a un millón de ciudadanos de Castilla-La Mancha», ha puesto como ejemplo de que esa decisión debe estar consensuada y compartida por la autoridad sanitaria porque el virus «no conoce fronteras geográficas».
«Las pruebas de seroprevalencia se harán como marca el Ministerio»
Sobre las pruebas en los hogares para el estudio de seroprevalencia sobre el coronavirus que quiere establecer el Gobierno central, Fernández ha indicado que el Gobierno regional está a lo que le digan las autoridades. «Es un estudio diseñado por el Ministerio, con criterios del Ministerio y se hará como marque el Ministerio», ha apuntado.
Así, tras indicar que serán 90.000 personas en toda España las que participen en este estudio, ha añadido que en Castilla-La Mancha las pruebas la hará el personal adscrito al Sescam cumpliendo «escrupulosamente» los protocolos porque es un estudio «importantísimo» para conocer cómo puede actuar el virus en las semanas venideras.
Preguntada por cuántos sanitarios se vieron afectados por las mascarillas defectuosas repartidas por el Ministerio de Sanidad, la portavoz del Gobierno regional ha indicado que en la región fueron 82.000 mascarillas de las que se repartieron 26.000 y que se retiraron «inmediatamente» desde que se dio la voz de alerta.