Fue una jornada solidaria que organizó el colegio Santísimo Cristo de la Sangre, en Torrijos (Toledo) y que tenía como objetivo principal dinamizar, compartir y dar a conocer la cooperación misionera que se lleva a cabo desde la Diócesis de Toledo.
SI NO PUEDE VER LAS FOTOGRAFÍAS, PINCHE AQUÍ
Y por ello estuvieron presentes el delegado de misiones, Jesús López Muñoz; el padre misionero Mariano Merchán y el coordinador de Manos Misioneras, Fernando Redondo.
Quienes compartieron testimonios vividos y ensalzaron el trabajo que realizan otros muchos misioneros toledanos y diocesanos, como el padre Luis Pérez, el padre Christopher Hartley o el padre Javier Salazar.
El delegado de Misiones, Jesús López, más de ocho años en América, recalcó que tanto «la Misión como los misioneros necesitan el apoyo de los niños y los jóvenes para que sea una realidad palpable y efectiva»; a la vez que destacó la labor del colegio torrijeño en este sentido, «porque es un medio necesario para acercar a los niños y jóvenes otras realidades que nos hacen trabajar y comprometernos más con los otros».
El padre Merchán, más de 30 años en Ecuador y en otros países de América Latina, entiende que la iniciativa llevada a cabo por el centro escolar «es vital, porque son los niños y los jóvenes quienes inician un nuevo camino de Misión».
Por último, el coordinador de Manos Misioneras, Fernando Redondo, ensalzó la labor que llevan a cabo otros misioneros toledanos por el mundo, de quienes destacó «su compromiso en la defensa de los más pobres entre los pobres»
El director del colegio, Ángel Camuñas, les regaló un cuadro en el que quedaba reflejada la colaboración mutua entre ambas partes y les agradeció que compartieran con los alumnos experiencias tan gratificantes.