La Audiencia Provincial de Toledo ha condenado a ocho años de prisión a un joven de 30 años por agredir sexualmente a la que había sido su novia durante tres años y de quien tendrá prohibido acercarse durante diez años.
La Audiencia provincial condena al joven, identificado como J.L.L.C., por un delito de agresión sexual que cometió la noche del 31 de marzo de 2012 en la calle de un polígono industrial.
Lo jueces han considerado probado que ese día el joven, en prisión provisional por estos hechos, se citó con su expareja sentimental, C.C.S., con la que hasta el mes de febrero había mantenido una relación sentimental de tres años y con quien había convivido once meses.
El condenado había concertado una cita con la víctima mediante mensajes telefónicos para aclarar una cuestión relativa a un contrato telefónico y al llegar al lugar de encuentro la pidió que entrara en el coche porque hacía frío.
Tras una breve conversación, decidieron dar una vuelta y fueron a un polígono industrial cercano, donde J.L·L.C. propuso a C.C.S. mantener relaciones sexuales, a lo que ella se negó.
Ante el rechazo, el joven arrancó el vehículo y se desplazó a una zona más alejada de la ciudad para evitar que la víctima pudiera ser auxiliada y que no hubiera testigos.
Con el vehículo parado, el hombre agredió sexualmente a su expareja, le arrancó la ropa de forma brusca y la dejó desnuda agarrándola por el cuello para que no se moviera y diciéndola que no llorara porque sería peor para ella.
El joven también amenazó de muerte a C.C.S. si denunciaba los hechos.
La mujer sufrió diversas lesiones en el costado derecho, en el cuello, en el muslo izquierdo y en la pierna derecha que precisaron una asistencia facultativa y que tardaron quince días en curar.
Por todo ello, la Audiencia Provincial ha condenado a J.L·L.C ha ocho años de prisión por un delito de agresión sexual, a la prohibición de acercarse a menos de 500 metros de la víctima durante diez años y a indeminizarla con 12.500 euros por los daños causados.