En el corazón de la península hay un tesoro por descubrir, Castilla-La Mancha. Un lugar lleno de tradición, historia y paisajes cautivadores. La región, famosa por ser inmortalizada en las páginas de Don Quijote de la Mancha, ha maravillado a propios y a extraños y compone un lugar de ensueño que esconde paraísos que muy pocos conocen.
Castilla-La Mancha es la tercera comunidad más grande de España y se divide en 5 provincias repletas de destinos interesantes que superaron holgadamente los 5 millones de pernoctaciones en el 2022. Naturaleza y patrimonio se entrelazan en este área que posee múltiples bienes declarados Patrimonio Mundial como la Ciudad Histórica Amurallada de Cuenca, la Ciudad Histórica de Toledo, el Patrimonio del Mercurio en el Almadén, el Arte rupestre del arco mediterráneo de la península ibérica o el Hayedo de Tejera Negra.
Hemos paseado por las calles de Castilla-La Mancha para preguntar a turistas y oriundos de la región cuáles son los sitios que han visitado, qué recomiendan y a donde acostumbran ir cuándo buscan escapar del ajetreo de la ciudad. Entre las excusas para huir de las urbes de población suele encontrarse la tranquilidad, la belleza de los parajes, la necesidad de desconectar, la facilidad para encontrar zonas de baño y las temperaturas más llevaderas.
En este reportaje vamos a transitar por los emplazamientos que los entrevistados han aconsejado pero han quedado muchos en el tintero y, además de las ciudades, en la región hay infinidad de lugares por descubrir.
Toledo, los secretos de la capital del reino
La primera de las paradas de este viaje por Castilla-La Mancha es la provincia de Toledo. La capital de la región por sí misma ya es un destino turístico. Sin embargo, dentro de la provincia hay municipios como Talavera de la Reina (conocida por su cerámica que ha sido declarada Patrimonio Inmaterial de la Humanidad), Oropesa o Tembleque que merecen una excursión.
Víctor, uno de nuestros entrevistados es natural de Navalcán y destaca su pueblo como un emplazamiento digno de visitar. Allí hay un embalse y es posible pescar, observar diferentes tipos de aves (como por ejemplo flamencos, garzas o grullas) y darse un chapuzón. Además, Víctor también resalta las Lagunas de Villafranca de los Caballeros, al sur de Toledo, como un buen sitio para refrescarse. Continuando con las zonas de baño, Carlos y Josefina invitan a visitar las Barrancas de Burujón y Jesús reseña el Embalse de Cazalegas y los pueblos Hormigos y Escalona.
Josefina y Carlos no han dejado pasar la oportunidad de nombrar a los Molinos de Consuegra y Francisco José ha mostrado su preferencia por la montaña recomendando los Montes de Toledo y la Sierra de Gredos. Mientras, Cristina, vecina de Yuncos, deja dos ideas para aquellos que viajen con niños, el Puente de la Canasta y las rutas de la Sierra de Noez y un residente en Talavera destaca el Parque Nacional de Cabañeros. Cerramos este apartado con George, de Rumanía, que ha hablado sobre la zona de Cigarrales en Toledo y el municipio de Hontanar.
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Ciudad Real, mucho más que Ruidera
Nuestra travesía continúa en Ciudad Real. Esta provincia es una de las grandes olvidadas de España pero dentro de sus fronteras tiene lugares de gran interés como Almagro o San Carlos del Valle. Sin embargo, nuestros entrevistados han elegido Ciudad Real como un destino propicio para darse un baño o disfrutar de sus zonas acuáticas. Por esto hay dos grandes localizaciones a las que varios de los entrevistados hacen mención. Francisco José, Jesús y Cristina han hecho alusión a las Tablas de Daimiel como un lugar que merece la pena visitar mientras que Francisco José (de nuevo) y Dusan han destacado las Lagunas de Ruidera. Estas últimas se encuentran en un paraje envidiable y su ubicación ocupa parte de Ciudad Real y parte de Albacete.
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Albacete, la Ciudad de la Cuchillería
Continuamos la ruta por Albacete, el territorio en el que están el reconocido en 1982 Conjunto Histórico – Artístico de Alcalá de Júcar y el escenario donde se rodó Amanece, que no es poco de José Luis Cuerda, una de las películas más recordadas de la filmografía española. Además, en este lugar hay municipios como Almansa, Hellín o Caudete con algunos puntos de interés turístico. En Albacete hay unanimidad entre los entrevistados ya que, como decíamos antes, Francisco José y Dusan consideran las Lagunas de Ruidera cómo lo más destacable de la provincia.
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Cuenca, la guinda del pastel
La penúltima estación recorrida será Cuenca. Cuenca cuenta con una de las capitales más bonitas de toda Castilla-La Mancha y su casco histórico es Patrimonio Mundial reconocido por la UNESCO. La suma del Puente San Pablo, el barrio del Castillo o las hoces de Cuenca ya serían suficiente para rellenar los folletos turísticos de la provincia pero Cuenca también tiene emplazamientos como Uña, Segóbriga, Ercavica o Belmonte que merecen mención aparte. De entre los entrevistados Víctor ha mostrado su gusto por la Serranía de Cuenca, destacando la belleza que contienen las formaciones rocosas de la Ciudad Encantada. Mientras tanto Dusan ha preferido reseñar el entorno urbano de la capital y las Casas Colgadas.
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Guadalajara, naturaleza e historia
Esta peculiar Odisea termina en Guadalajara, una tierra donde las maravillas naturales se combinan con la historia. El turismo urbano de la provincia permite visitar Sigüenza, Pastrana, Molina de Aragón o Cogolludo y si se busca un viaje más rural es posible optar por los campos de lavanda de Brihuega o la ruta de los pueblos negros. Además, en el apartado cultural, Guadalajara permite rememorar la edad media yendo al Castillo del Cid Campeador en Jadraque, a algunas de las casas del legendario caballero (Tierzo o Castejón de Henares) o a los emplazamientos donde sucedieron sus batallas y proezas.
Los entrevistados por encastillalamancha.es han destacado para Guadalajara otros lugares a los anteriormente nombrados. Los vecinos de Olías del Rey, Carlos y Josefina reseñaron la zona del Alto Tajo mientras que Francisco José aprovechó la ocasión para hacer valer la belleza de la alcarria guadalajareña y de Sacedón. Este último constituye un lugar ideal para bañarse al constituir uno de los embalses más grandes que recibe agua del río Tajo. Mientras, dos vecinas de Guadalajara recomiendan el Puente de San Pedro para bañarse y se hospedan de forma habitual en la casa que tienen en Huertapelayo (donde también hay zonas para bañarse y saltar al agua desde las rocas).
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Castilla-La Mancha es un lugar para perderse sin un destino definitivo. Un paraje donde cada aldea, cada pueblo y cada gran ciudad tienen un color especial y donde los mismos molinos que muelen la harina para hacer gachas pueden convertirse en gigantes. Aquí, un «caballo flaco y desgarbado» de nombre Rocinante puede ser un fuerte corcel y tuertas como Dulcinea o la princesa de Éboli pueden convertirse en las musas más bellas. Castilla-La Mancha es la imagen del mejor atardecer, de un campo árido y de una tierra donde la lavanda llega hasta donde la vista no. Aquí comienza tu viaje, una Odisea donde naufragar mil veces sabiendo que cada una de tus paradas no es un accidente.
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