Así lo ha destacado el director general de la empresa REBI, Emilio López, quien ha avanzado en la inauguración de la central térmica este lunes en Cuenca que calculan invertir 50 millones de euros y generar una veintena de empleos cualificados. El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha inaugurado la central térmica, en la avenida de la Cruz Roja, donde se ha descubierto una placa que reza: «La naturaleza nos inspira. En esta central se genera energía renovable que da calor y confort a los vecinos de Cuenca».
La red de puso en marcha en febrero de este año y ya abastece a más de 1.200 viviendas, y además a ella se han conectado centros públicos como el IES Alfonso VIII, la residencia universitaria Alonso de Ojeda o Cáritas Diocesana.
La red permite reducir emisiones de CO2 en 25.000 toneladas anuales y ahorrar en la factura, al tiempo que se desarrolla en torno a la «eficiencia, sostenibilidad e innovación», según la compañía.
Biomasa como materia prima
La materia prima es la biomasa, procedente de los montes de Cuenca, que cuenta con una superficie forestal arbolada de 690.000 hectáreas. Según sus impulsores, el sistema de generación de energía es «pionero en España», que contribuye a la «descarbonización».
En estos momentos la expansión de la red, que conlleva cambios de tráfico y corte de calles, se encuentra en la vía Hurtado de Mendoza, y la intención es llegar al noreste y suroeste de la ciudad para alcanzar a la totalidad de la capital.
La producción estimada de la red alcanzará los 100 GWh, que circularán por una red de 25 kilómetros «en constante evolución», ha indicado por su parte el presidente ejecutivo de REBI, Alberto González. REBI, una empresa de origen soriano, inició su andadura en 2012 y opera en seis ciudades españolas con más de 20.000 clientes conectados.
El sistema de generación de energía es «pionero en España», que contribuye a la «descarbonización»