Enrique Olivares García ha muerto en Cuenca a los 72 años. Olivares falleció el pasado sábado y su funeral se celebró ayer domingo en la parroquia de Nuestra Señora de la Paz de Cuenca. El «falso cura de Cuenca» fue condenado en 2014 a 22 años de cárcel por asaltar y retener la familia Bárcenas para sustraer información sobre el caso Gürtel.
Se hizo pasar por un falso cura
Olivares entró en la casa de la familia Bárcenas en 2013, los ató y los retuvo para «acabar con el Gobierno de la nación», según sus palabras en boca de los testigos. Para entrar al domicilio, se hizo pasar por un sacerdote que venía de parte del Obispado para hablar sobre la libertad de Bárcenas -en ese momento en prisión preventiva tras haber aflorado su fortuna en Suiza-; a los veinte minutos, dijo «¡Se acabó el teatro!», sacó un revólver y encañonó a la mujer del extesorero, a su hijo y a la empleada doméstica, según declaró probado el tribunal.
Olivares debió haber declarado en 2020 por la «operación Kitchen», una pieza judicial del caso Villarejo en la que se investiga la supuesta operación de espionaje que fue orquestada desde el Ministerio del Interior. El «falso cura de Cuenca» no pudo declarar porque el médico forense que le examinó suspendió el interrogatorio.
«Condénenme a lo que sea, pero que me dejen de una vez estas voces», declaró Olivares en 2014. El «falso cura» de Cuenca estaba en tercer grado penitenciario, por lo que podía volver a su domicilio a dormir. No se conocen las causas de la muerte.