La Dirección General de Biodiversidad y Calidad Ambiental, dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica, ha formulado una declaración de impacto ambiental favorable a la construcción de un tercer carril por sentido en la autovía A-3 en un total de 86,74 kilómetros. Las obras tendrán lugar entre las localidades de Tarancón y Atalaya del Cañavate, ambas en la provincia de Cuenca.
Según ha publicado el Boletín Oficial del Estado (BOE), y recoge Europa Press, el tercer carril de la A-3 a su paso por la provincia de Cuenca tendrá lugar entre el enlace con la A-40 en Tarancón y con la bifurcación de la A-3 con las A-31 y A-43 en Atalaya del Cañavate.
El proyecto se localiza en su conjunto dentro de la provincia de Cuenca, y discurre por un total de 15 términos municipales: Tarancón, Tribaldos, Villarrubio, Saelices, Huete, Montalbo, Zafra de Záncara, Villares del Saz, Cervera del Llano, La Hinojosa, La Almarcha, Castillo de Garcimuñoz, Honrubia, Cañada Juncosa y Atalaya del Cañavate.
Ampliación por la mediana y los arcenes
En el estudio de impacto ambiental, el promotor había analizado tres alternativas, seleccionándose la primera «como trazado ambientalmente más favorable por ser la que genera menor afección para el medio físico y el paisaje».
La alternativa 1 está diseñada para una velocidad de 120 kilómetros por hora. En general, la autovía se caracterizará por contener tres carriles por sentido de 3,5 metros, arcenes exteriores de 2,5 metros, arcenes interiores de 1,5 metros y semibarrera de hormigón en ambas calzadas para separar el tráfico en sentido contrario.
La alternativa seleccionada conlleva la ampliación exclusivamente por la mediana en el 2,05 por 100 del trazado, el 55,06 por 100 del trazado se ampliaría utilizando, además, parte de uno u otro margen y el 42,49 por 100 se realizaría utilizando ambos márgenes de la autovía.
Los riesgos del proyecto
El promotor, en la documentación complementaria presentada, ha analizado la vulnerabilidad del proyecto ante riesgos de catástrofes naturales y ante accidentes graves, entre los cuales, se ha identificado accidentes de tráfico de transporte de mercancías peligrosas e incendios provocados por la presencia de la infraestructura.
Según el promotor, el proyecto no resulta vulnerable ante riesgo sísmico puesto que el tramo de estudio discurre por una zona de afección sísmica baja. Asimismo, ante el riesgo de inundación, el promotor presenta una modelización sobre los dos cauces más importantes con los que se cruza la infraestructura, ríos Cigüela y Záncara, en la que se concluye que el funcionamiento hidráulico resulta correcto y que la lámina de agua conserva un resguardo suficiente respecto a la parte inferior del tablero del viaducto, en ambos ríos.