Ya se huele la humedad en los bosques y praderas de Castilla-La Mancha. Y es que ya es tiempo de setas. Cogan sus navajas y sus cestas de mimbre, porque nos vamos a recolectar setas por muchas de las zonas de la región idóneas para ello, pero antes de salir, asegúrense de que saben lo que hacen, es una actividad con algunos riesgos, y sobre todo lo importante es generar el menor impacto posible en las zonas naturales.
Por eso en esta información les traemos una guía práctica para realizar una de las actividades por excelencia del otoño, los amantes de la micología crecen año a año y por ello es preciso responsabilizar a todos ellos de que todas nuestras acciones en la naturaleza tienen impacto en los ecosistemas.
La micología también puede ser la perfecta compañera para conocer zonas de Castilla-La Mancha que todavía no han visitado, pero eso sí, una de las primeras cosas de las que hay que informarse es si en los acotados de setas donde vamos a hacer la recolección hay que sacar permisos, dado que en muchos municipios hay que pagar una tasa para contribuir a la conservación del monte, unos permisos que limitan también la cantidad que se puede recolectar. No se lleven del monte lo que no van a consumir.
¿Dónde recoger setas?
En Castilla-La Mancha, en casi toda su geografía, hay zonas donde recoger setas, puesto que incluso en zonas menos «seteras» siempre se pueden encontrar en las choperas setas de chopo, o en las praderas recoger las famosas y exquisitas setas de cardo.
Pero en este caso nos centraremos en los lugares más seteros por excelencia y estos están en las zonas de montaña de la región.
- Sierra Norte de Guadalajara. Se trata de una amplia zona de terreno, que engloba a decenas de municipios, donde la especie comestible que más abunda y se recoge es el níscalo, el lactarius deliciosus.
- Serranía de Cuenca. En esta zona las setas son verdaderas protagonistas. Aunque el níscalo también es el mayor protagonista, en diversos puntos se pueden recoger los codiciados boletus edulis, entre otras especies.
- Lo mismo ocurre en la Serranía de Guadalajara, puesto que en los municipios que colindan con Teruel y Cuenca hay zonas donde los edulis proliferan cuando hay brotadas.
- Sierras del Segura y Alcaraz. En la provincia de Albacete las setas también son casi religión. De hecho, en uno de sus municipios, en Molinicos, encontramos el Museo del Níscalo.
- Montes de Toledo. Tanto en su vertiente toledana como en la ciudadrealeña las opciones de recogida de setas son amplias, con muchos municipios especiales para ello, encontrado incluso otra especie de boletus menos común, pero igual de apreciado culinariamente como es el aereus.
- Otras zonas como el valle de Alcudia, el valle del Júcar o la Sierra de San Vicente pueden ser ideales para la recolección.
Consulta más información en este enlace.
Además, si quieres combinar dos de las actividades más otoñales, en este enlace puedes conocer una veintena de rutas senderistas en zonas donde también se recogen setas.
Consejos para recoger setas
- Lo más importante de todo es no consumir ninguna seta que no esté totalmente seguro de lo que es. Si tiene dudas, es preferible que acuda a alguna asociación micológica, donde seguro que estarán encantados de ayudar.
- Relacionado con lo anterior, no hay que recolectar en el monte ninguna especie que no se sepa qué es.
- No destroce las setas que no conoce. No arranque las setas no comestibles, todas las especies forman parte del ecosistema y tiene su función en el ciclo vital.
- No recolecte cerca de zonas contaminadas, como carreteras, zonas industriales o agrícolas, jardines o zonas próximas a vertederos.
- Corta las especies con una navaja a la altura del pie, para dañar lo menos posible el micelio, aunque si hay dudas en su identificación y es necesario ver su pie completo, haz palanca para arrancarla. Tapa estas zonas para favorecer la regeneración.
- Lleva las setas limpias a casa. Limpia con un cepillo, un paño o recorta las zonas con arena, porque se puede esparcir la suciedad por las otras especies.
- Recoge siempre con cestas de mimbre o cualquier recipiente con agujeros, como tipo malla, para favorecer la dispersión de las esporas. Nunca lo hagas con bolsas de plástico.
- No las recolectes ni muy jóvenes ni muy maduras.
- No recolectes después de heladas o abundantes lluvias, puesto que se pueden confundir las especies.
- No uses rastrillos ni otros objetos para remover el suelo, ni tampoco destruyas las especies que no recolectes.
- Y lo más importante: no te dejes guiar por creencias populares o criterios de inexpertos para identificarlo, al igual que no te guíes por una simple fotografía, lo más adecuado es el criterio de los expertos.
Consejos para consumirlas
- Revisar las setas una a una para cerciorarnos de que no hay ejemplares tóxicos.
- Limpiar de nuevo la suciedad con un paño húmedo, puesto que al lavarlas absorben mucha agua, aunque si necesita lavarlas, mejor bajo el chorro del grifo que sumergiéndolas.
- Guarda algún ejemplar sin cocinar para que en caso de intoxicación la pueda identificar un experto.
- No las comas crudas, puesto que de ese modo algunas especies son más indigestas.
- Las setas siempre hay que consumirlas con moderación, pero si es la primera vez que pruebas una especie es mejor hacerlo en pequeñas cantidades, para saber cómo sienta al estómago. Recuerda también no probarlas todas a la vez, porque si alguna sienta mal, no sabrás identificar la especie.
Falsos mitos de las setas
- Las venenosas pierden su toxicidad cocinándolas
- Si las cocinamos con un objeto de plata o con ajo o con cebolla y estos se ennegrecen, son tóxicas.
- Las que crecen sobre la madera son comestibles
- Si cambian de color al tocarlas o cortarlas, son venenosas
- Las consumidas por caracoles o por otros animales no son venenosas.
- Las que tienen buen olor o sabor son comestibles
- Las que tienen anillo y volva son siempre tóxicas
- Las que crecen en prados, zonas soleadas y arenosas son comestibles y las que crecen en zonas sombrías o fangosas son
tóxicas.
Raíz Culinaria, la mejor opción para disfrutar la cocina de otoño
Raíz Culinaria es la marca de calidad de la gastronomía de Castilla-La Mancha. Restaurante donde saben de la riqueza y de la importancia de aprovechar los productos de temporada, como es en este caso las setas. En este enlace puedes encontrar casi 100 propuestas que puedes ajustar la zona que vayas a visitar a la mejor propuesta gastronómica.
Y para alojarse, también os dejamos las propuestas que ofrece la Red de Hospederías de Castilla-La Mancha, los mejores lugares para descansar de una buena jornada micológica.
Especies cuya recolección está permitida
La orden de Castilla-La Mancha que regula el aprovechamiento micológico estipula una serie de setas recolectables, que son estas:
Champiñón silvestre, seta de chopo, amanita cesarea, amanita rubescen, boletus edulis, boletus aereus, boletus pinicola, boletus reticulatus, perrechico, rebozuelo, chaparrera, trompetilla de la
muerte, lengua de vaca, marzuelo, lactarius deliciosus (níscalos), lactarius sanguifluus, lactarius semisanguifluus, lactarius quieticolor, lactarius vinosus, faisán, pie azul, macrolepiota procera (parasol), senderuela, colmenilla, seta de cardo, seta negra de chopo, carbonera, russula sanguinaria, boleto anillado, capuchina y negruilla.
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