El Gobierno de Castilla-La Mancha ha publicado hoy las declaraciones como Bien de Interés Cultural (BIC), en diferentes categorías, para el yacimiento arqueológico de Guarrazar, en Guadamur (Toledo), y la Danza de Belinchón (Cuenca).
Asimismo, ha modificado la declaración del conjunto histórico minero de Almadén (Ciudad Real) con la categoría de Conjunto Histórico, una figura que supone la máxima protección y tutela, según la resolución de la Consejería de Educación, Cultura y Deportes que recoge el Diario Oficial de Castilla-La Mancha.
El yacimiento de Guarrazar ha sido declarado BIC en la categoría de zona arqueológica y la Danza de Belinchón en el apartado de bien inmaterial.
Guarrazar es un importante yacimiento que aglutina valiosa información, histórica y arqueológica, sobre el reino visigodo de Toledo, y un lugar «único y representativo» de la época hispano-visigoda, según la declaración.
Este yacimiento saltó a la primera línea de la investigación arqueológica en agosto de 1858 tras el descubrimiento fortuito de algunas de las piezas más significativas del denominado «tesoro de Guarrazar», formado por cruces y coronas pertenecientes a diferentes reyes visigodos.
Pese a este reconocimiento internacional del valor histórico y cultural del hallazgo, los primeros estudios con caráter científico han tenido lugar a principios de este siglo XXI, con tres proyectos de investigación el último de los cuales se inició en 2012.
Estos trabajos han puesto de manifiesto que se trata de un yacimiento que abarca desde el Calcolítico hasta la Baja Edad Media, aunque con una mayor singularidad en el período hispanovisigodo.
Respecto a esta etapa visigoda, Guarrazar alberga los únicos restos conocidos de un palacio real, un monasterio y una basílica relacionadas con la capital del reino visigodo.
En cuanto a la Danza de Belinchón, consiste en unas danzas rituales ejecutadas en las fiestas en Honor del Santo Cristo Arrodillado, que tienen lugar el domingo siguiente al domingo de la Ascensión.