La asociación Ciudadanos por la República de Cuenca ha condenado hoy las pintadas «insultantes» que han aparecido en el Memorial al medio millar de víctimas del franquismo que hay en el cementerio municipal de la ciudad de Cuenca. La palabra «asesinos» ha sido pintada en los nombres de las personas enterradas en fosas comunes y luego en osarios, que en octubre de 2011 recibieron un «espacio digno» con la construcción de un Memorial, según ha informado hoy la asociación Ciudadanos por la República.
El Memorial fue un proyecto de la Asociación por la Recuperación de la Memoria Histórica de Cuenca (ARMH), que contó con la colaboración del Ayuntamiento de Cuenca y de asociaciones como Ciudadanos por la República y se sufragó con fondos del Ministerio de la Presidencia.
La asociación confía en que las autoridades municipales, propietarias del recinto, y sobre todo el subdelegado del Gobierno en la provincia, Ángel Mariscal, adopten las medidas oportunas «para esclarecer este atentado ignominioso e injurioso que solo busca provocar y ensuciar la memoria de personas que fueron asesinadas y fusiladas por defender sus ideales».
El colectivo republicano ha calificado este hecho como un «atentado terrorista y fascista que viene a demostrar el odio que todavía permanece vivo entre los herederos de los que apretaron el gatillo para fusilar a muchos de los que su nombre aparece en ese memorial de homenaje y ahora quieren manchar su dignidad».
En ese sentido, han lamentado que en otros puntos todavía permanezcan «símbolos de enaltecimiento y exaltación de la Dictadura y de la represión tras la Guerra Civil, mientras los familiares de las víctimas sufren estas acciones bochornosas e indignas propias de una banda terrorista y fascista».
En el osario reposan los restos de 495 personas de la provincia que fueron fusiladas al término de la guerra civil, entre 1939 y mediados de la década de los años 40 del siglo pasado.
El Ayuntamiento de Cuenca, entonces gobernado por el PP, autorizó en 2009 la rehabilitación del osario atendiendo una solicitud presentada por los familiares de las víctimas.
El espacio está presidido por una gran placa con los nombres y la fecha de la muerte de las 495 personas fusiladas.