La Policía ha detenido en Albacete, por segunda vez, a M.A.P.P., empleada de una tienda de telefonía móvil, como presunta autora de los delitos de falsedad documental y estafa, al dar de alta líneas telefónicas a 33 clientes extranjeros sin su autorización, a quienes causó un perjuicio de unos 15.000 euros.
Según ha informado la Delegación del Gobierno, la detenida utilizó datos de carácter personal extraídos del archivo de clientes de la empresa en la que trabajaba y los usó para cumplimentar los formularios de los contratos y dar de alta líneas de telefonía móvil, sin autorización ni consentimiento de los mismos.
La mayoría de los clientes eran extranjeros que se hallan fuera del país o de la ciudad, lo que sirvió a la arrestada para demorar el descubrimiento del fraude y dificultar la investigación.
Con cada contrato falseado la empleada desleal obtenía un smartphone de gama alta o una tablet valorados en hasta 750 euros que posteriormente vendía.
La arrestada ya había sido detenida por este tipo de hechos en agosto del año pasado, y dos meses más tarde por receptación de efectos robados.
Pero, este mes de enero la Policía tuvo conocimiento, tras la denuncia del responsable de una concesionaria vinculada a una operadora de telefonía móvil, que la empleada de una de sus tiendas pudiera haber realizado contrataciones de teléfonos móviles de forma irregular.
La investigación se orientó a contactar con las personas que aparecían en los contratos fraudulentos, lo que permitió acreditar la falsedad de los documentos y la morosidad que pesaba sobre las personas perjudicadas, ajenas a lo sucedido.
También se averiguó que cada contrato había generado, además de la deuda contraída por el servicio telefónico contratado, el valor de un terminal o dispositivo tecnológico asociado a cada línea de telefonía, un smartphone de alta gama o una tablet, cuyo valor varían entre 350 y 750 euros, que posteriormente vendía y obtenía su ganancia.
Las nuevas pesquisas obtenidas han posibilitado a la Policía constatar que la mayoría de los clientes afectados son de otros países y se encuentran en el extranjero o fuera de la ciudad, circunstancia propiciada por la situación de privilegio de la detenida al poder manejar libremente los datos de los clientes.
De este modo, la empleada desleal, disponía de más tiempo para la comisión de las falsedades a sabiendas de que los afectados tardarían en detectar la irregularidad.
La detenida creó una cuenta bancaria ficticia que gestionaba derivando los contratos falseados para ocultar el delito. La investigación ha finalizado con la localización y el arresto de la trabajadora.