La asociación para la recuperación de la memoria histórica ha comenzado los trabajos de exhumación de los cuerpos de los nueve vecinos del municipio ciudadrealeño de Chillón fusilados en 1939 y cuyos restos yacen en la finca «El Contadero» del termino municipal de Almadén.
Acompañados por el alcalde de Chillón, Jerónimo Mansilla, y por los miembros de la asociación René Pacheco y Marcos González, los familiares de los «nueve de Chillón» se trasladaron al monolito erigido en los años 80 -símbolo del recuerdo «a los caídos por la represión franquista»- para comenzar allí los trabajos de búsqueda de sus restos.
A los pocos minutos del comienzo de la búsqueda, y a poco más de dos metros de profundidad, el equipo de arqueólogos y antropólogos de la asociación dio ya con algunos restos de los fusilados «e incluso con el calzado de uno de ellos», explicó el alcalde de Chillón.
Este hallazgo hace presagiar que, justo debajo del monolito que ha servido para homenajear durante años «a los nueve asesinados por el franquismo», se hallen los cuerpos de todos ellos, precisó el regidor.
Además, durante las primeras horas de trabajo, los expertos en la recuperación de la memoria histórica también constataron que el «lugar del fusilamiento» de los nueve vecinos de Chillón era un paraje de desactivación de explosivos «debido a la cantidad de metralla encontrada en el socavón donde, al parecer, fueron fusilados».
Corría la madrugada del 3 de junio de 1939 cuando los vecinos de Chillón Marcelino Agudelo, Alfonso Capilla, Isidoro Castillo, Bernardino Gallego, Manuel León, Pablo Madrid, Patricio Mata, Manuel Puebla y Julio Segador eran conducidos presos hacia el paraje conocido como «El Contadero» para ser finalmente asesinados por la represión franquista.
El más joven de ellos, Bernardino Gallego, aún no había cumplido los 18 años cuando, con el resto de sus compañeros eran ejecutados «por disparos de bala» y depositados en una fosa común dentro del termino municipal de Almadén.
Tuvo que estar «bien madura» la democracia para que, a petición de los familiares de los asesinados y de la agrupación socialista del municipio se iniciaran en 1987 los contactos con los dueños de la finca «El Contadero» para la construcción de un monolito que recordara a los nueve chilloneros asesinados.
Hoy, este monolito construido en 1988 gracias a los materiales aportados desinteresadamente por vecinos del municipio, ha «caído» para que los asesinados puedan empezar a «descansar en paz» y sus familiares puedan, en breve, «enterrarlos dignamente».
Jerónimo Mansilla explicó que la intención del Consistorio, una vez recuperados e identificados los cuerpos de los fallecidos, es «darle sepultura conjuntamente» como han solicitado sus familiares ya que «la historia quiso que murieran juntos y que el pueblo de Chillón siempre les recuerde juntos».
Aunque deberán pasar unas semanas hasta que el proceso de recuperación e identificación de los cuerpos concluya, el Ayuntamiento baraja la posibilidad de erigir un nuevo monolito en el cementerio municipal «que «recuerde a los caídos» y que «los nueve sean enterrados juntos».
En el monolito derrumbado se podía leer: «El pueblo de Chillón en recuerdo a los compañeros que murieron en defensa de la libertad el 3 de junio de 1939» aunque el alcalde esta convencido de que, tras la recuperación de sus cuerpos, «su recuerdo prevalecerá con más fuerza entre todos los vecinos de Chillón»