Los 13 centros que hay en Castilla-La Mancha con 335 plazas para personas sin hogar ni recursos han acogido en lo que va de año a más de 5.000 personas, que en unos casos han recibido atención puntual y otros de manera residencial pero en los tres años de legislatura la atención a este colectivo ha disminuido un 23 por 100.
Este es el dato que ha ofrecido este miércoles en Guadalajara la consejera de Bienestar Social, Aurelia Sánchez, durante su visita a las instalaciones de Betania, un centro que depende de Cáritas donde se atiende a personas sin hogar y donde ha podido ver las necesidades en otros programas de los que desarrolla esta organización.
Para la titular de Bienestar Social, el hecho de que haya disminuido la atención a las personas sin hogar en la región supone que «posiblemente haya menos personas necesitadas de estos recursos», ha dicho en declaraciones a los periodistas.
Ha recordado también que, según las últimas cifras, Castilla-La Mancha ha reducido a la mitad la pobreza severa, pasando de 8,5 a 4,4 puntos, si bien «siempre que haya personas en situación de pobreza hay que seguir trabajando».
Según la consejera, el centro Betania es una referencia no sólo en Guadalajara sino a nivel regional porque «cuando hablamos de personas sin hogar, hablamos de personas desarraigadas que necesitan este apoyo» para reanudar su vida.
Sánchez ha explicado a los medios las ayudas que desde la Junta se dan a entidades como Cáritas de las cinco provincias para estos proyectos de distinta envergadura.
La consejera se ha referido al apoyo económico de estos proyectos sociales porque «atender a las personas es fundamental»; ha querido hacer referencia también a la inversión que se hace en infraestructuras o «espacios amables» para «hacer más fácil la vida a la gente».
Antes de visitar las instalaciones de Betania en Guadalajara, donde se atiende a personas sin hogar, la consejera ha valorado también la labor que se realiza desde esta organización en uno de los primeros centros abiertos en Castilla-La Mancha, ha precisado.
Por su parte, desde Cáritas han cifrado en más de 300 las personas atendidas el pasado año, de ellas unas 35 a través del programa residencial.