Después de años al frente de la Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social en España (EAPN-ES), el tomellosero Carlos Susías acaba de dar el salto para hacerse cargo de esta red a nivel europeo, un reto que afronta cuando la Unión Europea está viviendo un momento “muy intenso”, por un lado con la salida de Gran Bretaña de la UE y, por otro lado, -tal y como apuntaba- con la «desafección» de la ciudadanía con respecto a las instituciones europeas.
En términos regionales, y basándose en el último informe de la Encuesta de Condiciones de Vida, Castilla-La Mancha es una de las regiones que está mejorando de forma más clara en índices de pobreza, si bien «seguimos estando a la cola».
Echando la vista atrás, valora cómo, cuando en España la economía crecía de manera importante, la comunidad autónoma aprovechó este avance para reducir la pobreza, algo que no ocurría en otros sitios del país. Sin embargo, «llegó la crisis y el impacto fue demoledor», disparándose los índices de pobreza severa y de privación material severa.
Lamenta que en España no existan verdaderos instrumentos de redistribución de ámbito estatal y defiende que Castilla-La Mancha necesita instrumentos estatales de redistribución vinculados a las personas, es decir, «mejorar las pensiones no contributivas, las prestaciones por hijo a cargo, los apoyos a las familias monoparentales y que haya un sistema estatal de rentas mínimas», algo que «ayudaría mucho a reducir las diferencias entre comunidades», a lo que suma el trabajo que debe hacer Castilla-La Mancha como región, como es aumentar la eficacia de los recursos que se ponen en la lucha contra la pobreza.
«Acabar con la pobreza es posible»
Carlos Susías -que también es vicepresidente de Acción Política e Institucional de la Plataforma del Tercer Sector- cree que, tal y como mide la UE la pobreza, acabar con ésta es posible. Partiendo de que lo que se mide es la privación material severa, la pobreza relativa y la baja intensidad del empleo en el hogar, «se puede erradicar la pobreza», «lo cual no quiere decir que se vaya acabar con la desigualdad».
«Hacerse se puede hacer porque la pobreza no es un castigo divino; es consecuencia de las políticas económicas y fiscales que hacen los gobiernos». Lo peor de este fenómeno, sostiene, es que -primero- se invisibiliza; en segundo lugar se culpabiliza a la persona en situación empobrecida; y, en tercer lugar, se asume como que es algo que no se puede erradicar.
No comparte la opinión de aquellos que dicen que la solución está en el empleo, ya que éste «debe ser digno». «El empleo es un instrumento de inclusión social si es de calidad y lo que se está creando ahora no lo es”. Apunta que el 14 por 100 de los trabajadores está en situación de pobreza y que el 30 por 100 de las personas empobrecidas tiene trabajo.
“Se ha salido de la crisis de forma asimétrica”
Para el responsable de EAPN Europa España ha salido «o está saliendo» de la crisis pero lo está haciendo «de forma asimétrica». Argumenta que unos pocos -las rentas más altas- lo hicieron hace tiempo y que, incluso, algunos ni siquiera llegaron a entrar. La realidad es más complicada para aquellos que están peor, para el 10 por 100 de la población que tiene menos ingresos. «Estos -no solo no han salido- sino que incluso están peor que antes de empezar la crisis». Añade que esta situación asimétrica requiere de «políticas asimétricas», medidas específicas que vayan dirigidas a estos colectivos.
«La pobreza no se erradica a base de abrir comedores escolares, esto solo palia la situación». Susías defiende que son necesarias medidas específicas. Estas políticas de integración social «son motor de desarrollo económico» y es que, «si hay un buen sistema de rentas mínimas, ese dinero volverá a la economía comunitaria».
[ze_summary text=»La pobreza no se erradica a base de abrir comedores escolares, esto solo palía la situación»]La pobreza no se erradica a base de abrir comedores escolares, esto solo palía la situación[/ze_summary]«Cuando hablamos de la situación en España es como si estuviésemos hablando de un país que está muy mal pero hay que tener presente que somos uno de los 15 países más ricos del mundo, una de las principales economías. Tenemos que plantearnos que si lo somos para presumir, también lo somos para evitar que los ciudadanos dejen de ser pobres».
La infancia, los jóvenes y los mayores son, en su opinión, los grupos de población más vulnerables, una distinción que es precisa hacer porque, según apunta, es necesaria una estrategia contra la pobreza pensando en que no todos los colectivos necesitan la misma intensidad de actuaciones.
«La mayoría de los inmigrantes llegan por Barajas, no en patera»
Estando la inmigración en la agenda de temas principales de la Unión Europea, Carlos Susías entiende que es un tema que «se está usando más de lo debido» y que, incluso, «estamos viviendo una especie de salida de pata de banco». Defiende que España, hasta ahora, lo ha gestionado «razonablemente bien» y con «bastante prudencia».
Hace años España recibió una gran cantidad de personas inmigrantes porque «nos hacían falta». «Algunos esperaban que llegase mano de obra pero se encontraron con que llegaron personas». Opina que el único efecto llamada que existe es cuando un país tiene desarrollo económico. Después, «llegó la crisis y se fueron muchísimos».
Lamenta que, incluso en inmigración, «se estigmatiza a los que peor lo están pasando porque la mayoría de los inmigrantes que llegan lo hacen a través del aeropuerto de Barajas, no en patera y, sin embargo, lo que vemos son las pateras y encima parece que nos están invadiendo, algo que no es verdad». No cree que sea un rechazo al inmigrante, sino más bien un rechazo al pobre.