Los análisis de ADN realizados a los restos óseos hallados en diciembre en Valtablado del Río (Guadalajara) por unos cazadores han confirmado que pertenecen al arqueólogo Ricardo Berzosa, desaparecido el pasado mes de mayo.
Según han informado a Efe fuentes cercanas a la familia, la Guardia Civil informó ayer a los familiares de los resultados de esta investigación.
En cuanto a las causas del fallecimiento, fuentes de la investigación les han indicado que tendrán que esperar algo más de tiempo a que los forenses dictaminen las mismas, si bien todo apunta a que se trata de una muerte natural.
Agentes de la Guardia Civil encontraron el coche del desaparecido a finales de mayo de 2014 en un camino forestal de dicha localidad, a 150 metros del río Tajo, y dieron aviso a la familia que puso la denuncia de su desaparición el pasado 25 de mayo, según la Guardia Civil.
En el interior del vehículo se encontraron los efectos personales del desaparecido como su cartera, el ordenador portátil y también herramientas para su labor como arqueólogo, según señaló en su día el portavoz de la familia, Sergio Azcona.
Fuentes de la investigación confirmaron que aunque la desaparición se produjo el 25 de mayo, los vecinos de la zona habían señalado a los investigadores que el vehículo de Ricardo Berzosa llevaba estacionado en Valtablado del Río al menos desde el pasado mes de marzo.
Durante los meses posteriores a la desaparición se realizaron intensas labores de búsqueda por parte de la Guardia Civil así como por parte de la familia de Berzosa, quienes organizaron varias batidas para localizar al arqueólogo.