El Gobierno municipal de Toledo ha lamentado que la Junta de Comunidades vuelva a buscar una nueva excusa para justificar la paralización de una de las obras más importantes de la ciudad de Toledo como es el remonte mecánico de Sanfont. «Estas obras son fundamentales para la capital regional desde el punto de vista de la movilidad, el turismo y, por tanto, para la promoción económica y la creación de puestos de trabajo».
En nota de prensa, el Gobierno municipal exige a la Junta que cumpla con el convenio firmado entre la administración local y la regional el cual establece que las obras deben ser financiadas por el ejecutivo autonómico y en ningún caso por el Ayuntamiento de Toledo. Indica que «el Gobierno municipal mira por los intereses de los toledanos, por ello no consentirá que esta obra la sufraguen los vecinos a quienes el Gobierno regional debe ya 14 millones de euros». Considera que es una nueva excusa del Gobierno de María Dolores de Cospedal para no hacer esta obra porque la Casa de la Juventud de la calle Dinamarca también está paralizada por la Junta a pesar de que el Ayuntamiento de Toledo ya ha puesto la parte económica que les corresponde de acuerdo al convenio firmado.
«Así se demuestra que la Junta quiere paralizar y enterrar todos los proyectos que supongan incentivación económica para la ciudad y para los toledanos. Además, la actitud adoptada por el ejecutivo regional demuestra que la Junta quiere obviar y deshacer el consenso político que, desde hace muchos años, hay en la ciudad de Toledo en torno al Plan Especial del Casco Histórico en el cual se refleja la construcción de dos remontes mecánicos (Recaredo y Safont)».
Las obras del remonte mecánico de Safont «son esenciales» para comunicar el parking de 700 plazas de esta zona y el nuevo aparcamiento de 500 plazas de Azarquiel con el Casco Histórico de la ciudad «al que acuden anualmente casi dos millones y medio de turistas». El Ayuntamiento estima igualmente que es fundamental para comunicar el Casco con el AVE y la Estacion de Autobuses en una estrategia diseñada por el gobierno municipal para dotar de mayor movilidad a la ciudad y persuadir a los ciudadanos para que no accedan al Casco con el coche.