El Ayuntamiento de Toledo va a poner en marcha una campaña informativa para mejorar el uso de los contenedores de color amarillo (envases plásticos y metálicos) y evitar confusiones, una campaña que comenzará la próxima semana y que ha presentado el concejal de Gestión de los Servicios, Gabriel González.
La iniciativa consiste en la colocación de carteles en los 138 contenedores amarillos que hay en la ciudad en los que se explica qué residuos se pueden tirar y cuáles no, como ha anunciado Gabriel González, quien ha precisado que el objetivo es mejorar la eficacia del reciclaje y acabar con la confusión sobre el material que deben albergar estos depósitos.
El concejal ha señalado que los objetos «permitidos» son los envases, botellas y bolsas de plástico, los tetra briks y los envases metálicos (latas de cerveza, refrescos o conservas, sprays etc.). Por el contrario, no deben introducirse envases de cartón (como los de huevos o galletas), desechos orgánicos, envases de vidrio y ropa y calzado.
Ecoembes, organismo que revisa la gestión de los residuos y su reciclaje, corre con los gastos de esta campaña. Este organismo estima que en la ciudad de Toledo alrededor del 25 por 100 de los desechos que se introducen en estos contenedores no son correctos pero, en cualquier caso, «somos de las capitales de provincia de toda España que mejor recicla».
Por otra parte, Gabriel González ha ofrecido datos de la recogida selectiva y orgánica, destacando que desde 2007 se ha incrementado un 66 por 100 la recogida de envases ligeros (contenedor amarillo), que ha pasado de 349 toneladas a 581 en 2011.
El concejal ha valorado positivamente estos datos que reflejan el esfuerzo realizado por el Ayuntamiento con la instalación de nuevas islas ecológicas y también una mayor concienciación por parte de los vecinos «que se han dado cuenta de que todos tenemos que colaborar en el reciclaje».
En cuanto al papel, la recogida se ha incrementado un 8,3 por 100 (de 1.504 toneladas en 2007 a 1.630 el año pasado); por lo que respecta al vidrio, el aumento en estos años ha sido del 19 por 100 (de 482 a 574 toneladas).
Es significativo el descenso detectado en la basura orgánica, cuya recogida en el último año ha descendido un 7,75 por 100 (de 37.672 toneladas a 34.743), un dato que está directamente relacionado con el contexto económico actual, como ha señalado Gabriel González.
El concejal también ha ofrecido datos de los residuos que llegan a los dos puntos limpios de la ciudad. Así, desde su apertura en 2009 el situado en el Polígono ha recogido 28 toneladas de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (Raees), 515 metros cúbicos de escombros, 41 toneladas de restos de poda, 5,4 toneladas de aceite y 52 toneladas de chatarra.
El de la zona norte, abierto hace apenas un año, ya ha recabado 9,8 toneladas de Raees, 47 metros cúbicos de escombros, una tonelada de restos de poda, 07 toneladas de aceite vegetal y 11 de chatarra.