El Ciudad Encantada se impuso con claridad (31-22) al Quabit Guadalajara en un partido amistoso disputado en el polideportivo El Sargal ante muy poco público y que tendrá su respuesta a finales de este mes en la capital guadalajareña.
El encuentro, que se disputó anoche, fue el típico choque de pretemporada, en el que ambos conjuntos dejaron claro que necesitan más trabajo para acoplar las numerosas novedades que tienen en sus plantillas, respecto a la pasada temporada.
Como gran novedad en el Quabit, la presencia de Mateo Garralda en su estreno como entrenador.
El primer cuarto de hora estuvo muy igualado, pero el cambio realizado por Zupo Equisoain, poniendo en pista a los menos habituales, dio un vuelco al encuentro gracias a la velocidad de Pablo Simonet y Juanjo Fernández. Eso permitió que del 7-8 se pasara al 12-10 al descanso.
En la segunda parte, el conjunto alcarreño fue de más a menos. Así, a partir de los cinco minutos -y a pesar de la gran labor de Sergio de la Salud-, el luminoso empezó a desnivelarse a favor del conjunto conquense, por más que Garralda realizara cambios para intentar darle un rumbo diferente al encuentro.
El momento más emocionante del partido se vivió en sus inicios cuando Guillermo Corzo reapareció en la pista, ocho meses después de lesionarse ante el Granollers. El lateral cubano del Ciudad Encantada ha visto la luz al final del túnel de su grave lesión, pero todavía está falto de ritmo de competición.
Conforme se acercaba el final del partido, la diferencia en el luminoso se ampliaba a favor de los conquenses que aprovecharon las pérdidas de balón de su rival.