La iglesia parroquial de Almadrones (Guadalajara) acoge desde el sábado las réplicas de nueve cuadros pintados originalmente por El Greco y su taller entre los años 1610 y 1614 coincidiendo con el IV Centenario del fallecimiento del artista.
Los originales de este Apostolado, que colgaron durante siglos en lo alto de los muros del presbiterio, desaparecieron durante la Guerra Civil, entre julio y septiembre de 1936, según ha explicado el arqueólogo alcarreño Ricardo Barbas.
Ha explicado que los cuadros fueron descolgados y trasladados al Fuerte de San Francisco en Guadalajara, sin que todavía fuese oficialmente reconocida su autoría, y fue en el año 1944 cuando se dio a conocer el verdadero alcance de esta colección de cuadros del Apostolado.
Los lienzos aparecieron enrollados sobre un armario en el edificio guadalajareño y, durante su análisis, se descubrió la firma y trazos de El Greco, por lo que fueron trasladados al Museo del Prado, donde comenzó su proceso de conservación e inventariado.
Una vez terminado éste, se devolvieron al Obispado de Sigüenza, que decidió ponerlos a la venta, dadas las penurias económicas por las que se pasaba en aquellos momentos de postguerra.
Y fue así cómo cuatro fueron adquiridos por el propio Estado español -hoy en el Museo del Prado- y los otros cinco pasaron a colecciones privadas, estando actualmente dispersos en los Estados Unidos.
El Apostolado fue pintado por El Greco y su taller, en la última etapa del artista a comienzos del siglo XVII.
En este contexto Barba ha recordado que los apostolados tuvieron una gran demanda, sobre todo, durante el siglo de Oro español y eran encargados principalmente para capillas y sacristías interiores.
El Apostolado de Almadrones posee grandes paralelismos con el llamado de Oviedo, por dimensiones, formas y colorido.
La iniciativa de recuperarlos para Almadrones fue idea del actual alcalde del municipio, Luis Miguel Sanz, y del propio Ricardo Barbas, que descartaron su aspiración de recuperar los originales por cuestiones económicas.