La Audiencia Provincial de Albacete ha suspendido por segunda vez el juicio contra una familia búlgara acusada del secuestro de una menor en Tobarra (Albacete), por incomparecencia de cuatro de los cinco acusados.
Para los cinco, la Fiscalía ha pedido seis años de prisión por considerar probado que se llevaron a la niña a Bolaños de Calatrava (Ciudad Real), dado que uno de los procesados había mantenido una relación con ella.
El presidente de la sala ha decidido suspender el juicio y ordenar la detención e ingreso en prisión de los cuatro procesados que no han comparecido, para asegurar que el juicio pueda celebrarse la próxima vez que se programe.
En diciembre de 2014 se convocó el juicio por primera vez y tuvo que suspenderse por la misma causa.
El escrito de acusación de la Fiscalía explica que el presunto secuestro ocurrió la mañana del día 12 de diciembre de 2012, después de que uno de los acusados, Ángel A.V., de 28 años, mantuviera «una relación sentimental» con la víctima en el año 2010, cuando ella tenía 14 años.
La acusación pública ha añadido que a finales del año 2012 Ángel A.V. «tenía intención de casarse con la menor», pero ni ella ni sus padres lo consentían, de forma que acudió a Tobarra, donde vivía la joven, la mañana del 12 de diciembre.
El procesado acudió entonces a casa de la menor junto a sus padres, su hermana y el marido de esta, todos acusados por el secuestro.
Según la acusación «se introdujeron en la casa», donde la menor estaba sola, y la obligaron a irse con ellos.
Llevaron a la menor en coche a Bolaños de Calatrava, donde «pudo llamar con su móvil a su madre», y le contó dónde estaba.
A las 16:30 horas de ese mismo día la Guardia Civil fue a la casa de Bolaños y rescató a la niña.
Fernando Andújar, abogado de la hermana de Ángel A.V., que sí ha acudido al juicio, ha asegurado a los periodistas que «no hubo un secuestro, porque en todo momento la chica llevaba su teléfono, llamó a su madre y le dijo dónde estaba, pero todo esto se verá en el juicio, cuando se pueda celebrar».
El letrado ha dicho que las dos familias búlgaras, la del exnovio y la de la menor, mantienen «costumbres ancestrales» que forman parte de la tradición de su etnia, por lo que ha considerado que no hay sustento para la acusación de detención ilegal.