Un fuerte cordón de seguridad alrededor de la urbanización «Kiem» de Lucillos (Toledo) ha impedido hoy al medio centenar de simpatizantes del 15-M de Talavera de la Reina y Toledo acercarse a la casa de Raúl y Estela, que han sido desahuciados y obligados a salir de su casa. Pedro Bastidas, portavoz de los indignados, ha explicado que las dos entradas a la urbanización estaban protegidas por efectivos de la Guardia Civil, que les han impedido el acceso, lo que ha calificado como «un importante dispositivo, con un gran despliegue de vigilancia», integrado por unos 30 efectivos, según sus estimaciones.
Raúl, propietario de la vivienda, también ha declarado: «Nos han conseguido echar, hemos luchado, nos hemos resistido, pero nos han echado». Ha considerado «excesivo» el dispositivo policial desplegado y el hecho de que algunos agentes hayan acudido con porras cuando se han negado a entregar las llaves y ha tenido que intervenir el cerrajero.
Raúl, Estela y su hija Saray se trasladaron hace ocho años a la urbanización ‘Kiem’ de Lucillos y suscribieron una hipoteca de unos 500 euros, que después ascendió hasta los 800 euros, una cantidad a la que Raúl, que se quedó sin trabajo como albañil, y su mujer, que tampoco cuenta con un empleo, no pudieron hacer frente. Raúl lleva tres días trabajando como repartidor de publicidad y hoy dormirán en una casa que les ha prestado un conocido.
Bastidas ha indicado que, previamente, la Guardia Civil ha pedido identificación a las personas que han llegado para apoyar a la familia e incluso han revisado los vehículos. Entre las personas desplazadas hasta la urbanización se encontraban también miembros de Izquierda Unida de Talavera de la Reina.
Raúl considera que lo que le están haciendo es «un robo», pues cree «que la deuda que pudiera tener está suficientemente saldada con la entrada que pagó al constructor, con las letras que he pagado durante años y con la entrega de la casa», y a pesar de ello seguirán debiendo al ahora Banco CCM 120.000 euros.
El pasado día 9 un grupo de ciudadanos acudió al chalet de la pareja, que tiene una hija de 11 año, para mostrarles su apoyo, exigir alternativas al desahucio y reclamar en todo caso la dación en pago de la vivienda para cancelar la deuda con CCM.
Bastidas ha indicado que la familia no ha contado con asistencia legal en ningún momento y considera «que el aparato y el sistema les han pasado por encima», con lo que coincide también Raúl, que agradece el apoyo recibido que les ha hecho estar «menos solos en el mal trago».
«Me dejan echo polvo», ha dicho Raúl, que lanza un llamamiento a la movilización ciudadana: «Tenemos que unirnos y luchar por cambiar las cosas porque no hay derecho a que tras años levantándote a las cinco de la mañana y volviendo a casa a las ocho de la tarde, en cuanto pierdes el trabajo pierdes tu vida».
El 15-M reclama igualmente un movimiento ciudadano contundente y una respuesta acorde por parte de los gobernantes para implantar la dación en pago «en una situación económica excepcional» que está dejando «indefensas» a muchas familias y personas que no pueden afrontar sus hipotecas.
«Será legal pero no es justo», sostiene Pedro Bastidas, que recuerda que se espera un año 2012 plagado de desahucios, que implican que al drama de perder la vivienda se suma una deuda con los bancos por la hipoteca que «hace que las víctimas nunca puedan levantar la cabeza».