El Museo Sefardí de Toledo ha cerrado sus puertas durante todo este mes de agosto porque va a acometer el saneado, limpieza, adecuación y tratamiento de los muros o paramentos laterales de la sala de oración de la sinagoga del Tránsito.
El objetivo de esta intervención, que realiza el Instituto de Patrimonio Cultural de España (IPCE), es recuperar el estado original del programa decorativo de la sinagoga, señala un comunicado público del museo toledano.
Por ello, dichas mejoras se han incluido en el proceso integral de conservación preventiva del edificio, que ha venido ejecutándose en varias fases de restauración por parte del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte.
La Sinagoga de Samuel ha-leví o del Tránsito es un espacio patrimonial del siglo XIV y estilo mudéjar. Sus paramentos originalmente estaban enlucidos con yeso, aunque desde la década de los 70, en los montajes iniciales del museo, fueron adornados temporalmente con telas de seda.
El mal estado de conservación de estos elementos ornamentales motivó el desmontaje de la tapicería que adornaban los muros de este espacio a finales de 2014 y esta nueva intervención obedece a la necesidad de revisar y tratar el estado de los paramentos.
Los criterios básicos de actuación serán el empleo de productos químicamente puros y de baja toxicidad, la aplicación de tratamientos de máxima compatibilidad físico-química con los materiales originales y el respeto de los valores materiales, estéticos e inmateriales de la obra.
Además, durante el proceso se llevará a cabo un registro fotográfico, se reconstruirán los perfiles de las esquinas de los paramentos, se eliminarán los clavos de zapatero y se procederá al relleno con yeso de todos los huecos.
Finalmente, se realizarán labores de preparación de la superficie y pintado acorde con el fondo original.