El número de trabajadores extranjeros en Castilla-La Mancha ha aumentado en 2016 un 81 por 100, y supera los 57.170, lo que supone la cifra más elevada de los últimos cuatro años, según un estudio de la empresa Randstad.
El informe indica, sin embargo, que esta cifra aún está lejos de las registradas en los últimos años de la pasada década, cuando se superaron los 76.000 ocupados (en 2008, 2009 y 2010).
Por provincias castellanomanchegas, los afiliados extranjeros subieron en todas ellas, si bien han sido Cuenca (18,5 por 100), Guadalajara (9,6 por 100) y Toledo (6,5 por 100) las que más han crecido.
En el conjunto del país, el número de trabajadores extranjeros ha aumentado en 2016 por segundo año consecutivo, superando los 1,7 millones de empleados, lo que supone recuperar las cifras contabilizadas en 2012.
En un estudio elaborado con los datos de afiliación a la Seguridad Social del Ministerio de Empleo correspondientes a julio, Randstad detalla que en el año 2008 el número de trabajadores extranjeros superaba los dos millones (con 2.115.622 cotizantes).
A partir de ese año, la afiliación de extranjeros comenzó a disminuir, acumulando seis años a la baja hasta tocar fondo en 2014 con 1.576.982 empleados, la cifra más baja en once años.
Respecto al total de afiliados, el estudio revela que el peso de los ocupados extranjeros se ha recuperado en los últimos dos años.
Así, mientras que en 2008 el 11 por 100 de los trabajadores era extranjero, la crisis afectó más duramente a este colectivo dejando su peso en el 9,5 por 100 de los afiliados en 2014, para alcanzar en 2016 el 9,8 por 100.
La edad del profesional también influye directamente a la hora de analizar la situación de los afiliados extranjeros, de forma que los empleados de entre 25 y 45 años son los que mayor presencia tienen, con 1.117.646 trabajadores, seguidos de los mayores de 45 años (477.043) y los menores de 25 (144.057).
En el último año, todos los grupos de edad han aumentado, situándose en primer lugar los profesionales más jóvenes (con un alza del 12 por 100), seguidos de los mayores de 45 años (11 por 100) y, por último, de aquellos de entre 25 y 45 años (4 por 100).
Durante 2016 han aumentado el número de estos trabajadores en todas las regiones y provincias, aunque en diferente medida.
Así, las regiones donde más han aumentado son Baleares (9,2 por 100), Cataluña y Castilla-La Mancha (ambas por encima del 8 por 100), mientras que las que menos son Asturias (1,4 por 100), Cantabria (2,7 por 100) y Galicia (2,9 por 100).
En cuanto a la actividad, los servicios son los que emplean al porcentaje más elevado de trabajadores extranjeros (76,1 por 100), similar a la tasa en ese sector de los profesionales nacionales (75,7 por 100).
Las diferencias entre ambas nacionalidades más significativas se registran en la agricultura y la industria.
Así, el 10,4 por 100 de los ocupados extranjeros desarrolla su actividad en el campo (frente al 6,1 por 100 de los profesionales nacionales), una composición que se invierte en el caso de las fábricas, donde trabajan el 6,7 por 100 de los extranjeros (frente al 12,1 por 100 de los españoles).