El Obispado de Albacete y Cáritas comienzan a recibir mañana a los primeros trabajadores agrícolas de la campaña de verano.
Como ya ocurrió el año pasado, la diócesis acogerá a cerca de medio centenar de temporeros durante los meses de junio, julio, agosto, septiembre y octubre, «procurando que los usuarios dispongan de un entorno de convivencia adecuado y una atención integral», con el objetivo de evitar que se repitan las escenas de veranos anteriores, donde los trabajadores se veían obligados a vivir en naves abandonadas, con unas condiciones insalubres.
Ampliación del horario
Así, se alojarán en el espacio ubicado en el edificio del Seminario, donde dispondrán de habitaciones, salas comunes y los aseos de la primera y segunda planta del ala derecha.
Lo ha anunciado este martes la concejal de Atención a las Personas, Juani García, que ha destacado la ampliación del horario de apertura, que irá de las 14.00 a las 9.00 horas de la mañana siguiente, incluyendo los fines de semana.
«Los servicios municipales llevan un mes haciendo entrevistas, hay muchas personas interesadas en este alojamiento que mañana abre ya sus puertas para la temporada estival».
Ya estarían adecuando los alojamientos de Casas Viejas
Respecto a las denuncias de los vecinos de Casas Viejas por las condiciones en las que estaban siendo alojados cerca de 60 trabajadores, García ha señalado que ya se ha comunicado al empresario las modificaciones que debe introducir para cumplir con la ordenanza de habitabilidad.
«Ya se habló con el propietario de la instalación y ahora nos encontramos en ese margen de 15 días que ofrece la ordenanza para que el empresario ponga en marcha las medidas que faltaban«.
Los vecinos denunciaron las «condiciones infrahumanas»
Las quejas comenzaron el mes pasado, cuando la asociación de vecinos de la urbanización albaceteña alertó de la instalación de casetas de obra para alojar a más de 60 trabajadores inmigrantes, en unas «condiciones infrahumanas».
«Parece ser que viven en torno a 60 temporeros, todos con contrato laboral y residentes en España, la mayoría rumanos. Desde la Policía Local nos informan de que no ha habido denuncias por problemas allí y que ya se están adecuando los alojamientos a la ley«.