El piloto de motos de Puertollano (Ciudad Real) Antonio Valero logró el gran objetivo que se marcó en la que era primera presencia de un castellanomanchego en el Dakar, acabar la prueba y, encima, en un buen puesto, pues finalizó en el puesto 52º sobre un total de 105 pilotos supervivientes en la última etapa. Valero, que invirtió en el recorrido 53 h, 42 min y 3 seg, con una desventaja de 10 h, 17 min y 41 seg sobre el ganador, el francés Cyril Despres, quien logró su quinto Dakar, se mostró «contentísimo y con mucha alegría» por el éxito que supuso concluir la prueba, según informó a su mujer nada más cruzar la línea de meta.
La esposa del piloto de Puertollano con residencia en Argamasilla de Calatrava (Ciudad Real), Maryam, reconoció en un mensaje enviado a ‘La Comarca de Puertollano’ que «ha sido un año muy duro en muchos aspectos».
«Han existido risas, llantos, miedos, criticas, comederos de cabeza y cuadrar muchos números. Infinidad de cosas que hemos ido guardando en cajones muy pero muy grandes, porque nos dimos cuenta que no merecía la pena hacer caso a esos comentarios que nos llegaban pues, en definitiva, habíamos trazado una línea llamada meta que tenía nombre propio Dakar 2013», amplió en el whatsapp.
En el comunicado agregó que «es por ello que, como siempre a lo largo de los 21 años que llevo con Antonio, me siento plena, satisfecha y la más orgullosa junto con mi hijo de él, y de siempre haber estado apoyando sus proyectos».
Maryam, en su escrito, reseñó que » (Antonio) tenía un sueño, trazó su meta y hoy, gracias a Dios, lo ha logrado. Olé, olé, olé. Chapó para una persona a la que el llegar a donde hoy esta le ha costado mucho esfuerzo y constancia, y nadie le ha regalado nada».
«Chapó para una persona que, aún habiendo cosechado infinitos triunfos deportivos, ha sabido ser siempre el mismo. Chapó por ser siempre amigo de sus amigos. En definitiva chapó por ser él», añadió.
En el mensaje, la mujer de Antonio Valero concluye: «Muchas gracias a todos y a todas los que han estado siempre a nuestro lado, no solo en esta carrera sino en tantas otras. Y, además, por haber tenido una fe ciega en Antonio. Gracias una y mil veces».