La directora del Instituto de la Mujer de Castilla-La Mancha, Araceli Martínez, ha conocido por parte de las responsables de la Fundación Secretariado Gitano el programa «Calí» que se basa en tres ejes en los que se aúnan la igualdad de la mujer gitana en los apartados de oportunidades, de género y de trato. Así lo ha avanzado Noelia Lupiáñez, técnica de Igualdad del programa «Calí» (Mujer gitana) de Talavera, en atención a los periodistas en un receso de la reunión que hoy ha mantenido con Martínez y técnicos del Instituto de la Mujer.
La igualdad de oportunidades busca, ha enunciado Lupiáñez, un mejor acceso al mercado laboral para gitanas «en situación de vulnerabilidad social» con itinerarios especializados sociales y pre-laborales y la promoción de la igualdad de género trabaja, ha añadido, «en la sensibilización en la prevención de la violencia de género y asistiendo directamente a las víctimas» con asesoramiento, información, apoyo y acompañamiento.
El tercer eje, de igualdad de trato, «lucha contra toda forma de discriminación, especialmente la múltiple que sufrimos las mujeres gitanas, a través de las defensa de los derechos y de la asistencia directa a las víctimas de discriminación», ha completado.
Ha explicado que el programa «Calí» «lo estamos dando a conocer ahora», porque se ha iniciado hace seis meses, y que, financiado a través del Fondo Social Europeo, durará hasta octubre de 2019 y ya se trabaja de «manera intensiva» en Albacete, Ciudad Real, Cuenca y Talavera, cuatro de las 24 ciudades, de 14 comunidades autónomas, en las que está implantado el programa y en las que «trabajan 28 mujeres de las que 25 somos gitanas», ha explicado.
En este sentido, la coordinadora provincial de Ciudad Real, María Santiago, ha señalado que «se está comenzado a captar participantes» en nuevas ciudades, que «está teniendo buen impacto y aceptación», y de ahí que «no tengamos cifras» de la integración de la mujer gitana en el mercado laboral, aunque sí ha confirmado que «está muy debajo de la sociedad mayoritaria», lo que ha atribuido «a los muchísimos estereotipos y prejuicios» que aún existen sobre las mujeres gitanas.
«En la comunidad gitana se esta empezando atajar, nos queda mucho por avanzar, pero necesita los apoyos de la sociedad mayoritaria», ha admitido Santiago, sobre lo que la directora del Instituto de la Mujer ha dejado claro su apoyo «con vías de actuación para que los recursos de los que dispone la Fundación de Secretariado Gitano puedan coordinarse con los nuestros» con el objetivo «común», ha resaltado, «de erradicar esas desigualdades que aún hoy persisten».
Martínez se ha fijado en desterrar los estereotipos sexistas «muy arraigados» entre la sociedad mayoritaria y ha creído esencial el trabajo en educación porque, ha detallado, «más del 40 por 100 de las niñas y niños gitanos no acaban la ESO».
«Es fundamental trabajar desde la educación, el empoderamiento y la igualdad de oportunidades para que su inserción en el mercado laboral les permita llevar una vida lo más autónoma posible», ha defendido Martínez, quien se ha congratulado «del contagio» del programa «Calí» para llegar a otros lugares con «relevante» población de la etnia minoritaria.
Por ello, ha incidido, «brindamos nuestro apoyo, colaboración, tanto desde la propia institución como desde la Red de Centros de la Mujer y de Acogida», porque, ha aseverado, «tenemos una labor fundamental a la hora de trabajar conjuntamente para la erradicación de la violencia de genero» y, también, para que «las mujeres gitanas sean consientes de que son ciudadanas de primera, tienen derechos y existen recursos públicos para hacer eficaces sus derechos», ha zanjado.