El Programa de Adaptación al Envejecimiento de la Consejería de Bienestar Social llegará en 2015 a 770 personas mayores de 60 años, a través de 38 cursos gratuitos que se imparten en los centros de mayores de Castilla-La Mancha bajo el lema «Hacerse mayor no es una elección, cómo hacerse mayor sí».
El programa tiene 151 plazas más que en 2014 (en el que contó con 629) y la provincia con mayor número de cursos programados es Ciudad Real con diez, seguida de Toledo con nueve cursos, Albacete con siete y Guadalajara y Cuenca con cinco cursos cada una, con cinco sesiones semanales de trabajo y una media de 20 alumnos por curso, según ha informado en una nota de prensa la Junta de Comunidades.
El director general de Mayores y Personas con Discapacidad, Javier Pérez, ha destacado que el programa promueve «un envejecimiento positivo, en el que la persona mayor es protagonista de una actitud que potencia sus puntos fuertes y aficiones, además de las relaciones personales, a través de la comunicación, manteniendo activas por más tiempo sus capacidades cognitivas».
Para ello se trabajan aspectos como el control emocional, la capacidad de disfrutar, las relaciones personales, la planificación y la organización del tiempo y la calidad de vida.
La finalidad es «educar» a las personas mayores participantes en el programa en un estilo de vida, con mayor bienestar, mejor salud y más autonomía personal.
El formato del taller se desarrolla en cinco sesiones de tres horas y media, con una periodicidad semanal para que las personas pongan en marcha las estrategias y las técnicas entrenadas en la sesión semanal anterior.
Los cursos ofrecen conceptos teóricos y ejercicios prácticos, con juegos de rol para el entrenamiento de las habilidades, la práctica guiada para el entrenamiento de las estrategias, con tareas para realizar fuera del taller y una puesta en común de las tareas realizadas en casa.
Los monitores apoyan a las personas mayores para fortalecer sus puntos fuertes, cómo son sacar partido al tiempo, el desarrollo de aficiones y la importancia de la capacidad y autonomía personal.
Además trabajan puntos débiles como el control emocional, los hábitos de vida saludables y la calidad de vida, además de fomentar la comunicación entre ellos, mejorando sus habilidades de comunicación y las relaciones afectivas con la pareja, familia y amigos, con el fin de prolongar las funciones cognitivas y la calidad de vida.