La Sala Civil del Tribunal Supremo (TS) ha confirmado la condena a Banesto -actualmente Banco Santander- que en su día impuso la Audiencia Provincial de Albacete de casi un millón de euros a dos particulares y una empresa tras una subasta de inmuebles.
El banco fue condenado por subastar varios inmuebles de su propiedad dentro de una ejecución hipotecaría derivada de un préstamo con garantía hipotecaria, por lo que la sentencia concluye que era en realidad el banco quien debía dinero a los clientes y no al contrario.
La sentencia detalla que una de las viviendas subastadas era la residencia habitual de los dos particulares a los que deberá indemnizar ahora la entidad.
El TS rechaza íntegramente el recurso presentado por el Banco Santander a la sentencia de la Audiencia Provincial de Albacete, de 28 de marzo de 2011.
El documento estima que en el momento en que llevó a cabo la subasta de las viviendas, el banco no era acreedor sino «adeudor» de los particulares perjudicados.
La demanda se puso en enero de 2010, alegando los particulares que la entidad bancaria había incumplido los acuerdos que alcanzaron en 1992 y que «dicho incumplimiento había llevado a subastar a instancia de la entidad bancaria una serie de fincas de los demandantes, y a instancia de otra entidad un inmueble, al no haber podido hacer frente esta última, por la actuación de Banesto, a los pagos a que estaba obligada».
La Sala Civil del TS considera que, efectivamente, fue el banco el que incumplió y condena a la entidad a indemnizar a los afectados.