El Tribunal Supremo revisará la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha (TSJC-M) por la que se excarceló a Francisco R.G., declarado inicialmente culpable de la desaparición y homicidio de Mari Cielo Cañavate y absuelto después, al admitir a trámite el recurso presentado por la familia de la víctima.
Así lo ha confirmado a Efe el padre de Mari Cielo, Antonio Cañavate, quien se ha mostrado esperanzado en que, «esta vez, se haga justicia» y ha pedido al alto tribunal que estudie «minuciosamente» todo el sumario «con lo declarado en las doce vistas celebradas, el fallo del jurado popular y los informes del ministerio fiscal».
El padre de Mari Cielo ha insistido en que «lo único que pide» es que se estudie «a fondo» el caso de Mari Cielo (desaparecida hace ahora cinco años tras dejar a su hija en el colegio) «y no ocurra como cuando el tribunal de la región dictó sentencia absolutoria en 24 horas», el pasado mes de marzo.
Cañavate tiene esperanza en que «esta vez se haga justicia», pero ha advertido de que, aunque se siente «muy español», si el Supremo no revoca la decisión del TSJC-M, acudirá al Tribunal de Estrasburgo porque él, su mujer y sus nietos «no descansarán hasta que el asesino de Mari Cielo esté donde debe estar: en la cárcel».
Y ha insistido en su creencia de que su hija «no va a aparecer nunca porque ese señor (Francisco) se encargó de quemarla» y tanto él como su abogado «se están riendo de la justicia», ha aseverado.
Por su parte, el abogado de Francisco R.G., Mariano López Ruiz, ha declarado a Efe que confía en que el Supremo estime la absolución de su cliente, en cuyo caso ha anunciado que emprenderá acciones legales contra la familia de Mari Cielo por calumnias, porque «con las acusaciones de ‘asesino’, aún habiendo sido absuelto, están dañando gravemente el honor y la imagen de Francisco».
López Ruiz ha acusado también a la familia de Mari Cielo de estar «muy interesada en el dinero de las indemnizaciones y en ir a los programas de televisión».
Y ha emplazado a Cañavate a que, en lugar de seguir acusando a su cliente y no respetar la presunción de inocencia, «presione» a la policía «para que continúe investigando lo que ocurrió».