«Estimado Emiliano y concejales del Ayuntamiento de Toledo:
Tras tus últimas declaraciones diciendo que estaréis «vigilantes» para ver si con todos los ayuntamientos de la región la Junta de Comunidades se porta tan mal como con vosotros aportando «solo» el 50 por 100 en la cofinanciación de obras -en vuestro caso destinado al remonte de Safont-, me he visto obligado a escribirte estas cuatro letras, por si te ayudan.
Emiliano, sabes que es más lo que nos une que lo que nos separa. Nos conocemos desde que ambos estudiábamos en el Instituto El Greco de Toledo; tú en Juventudes Socialistas y yo en Nuevas Generaciones. Años más tarde coincidíamos en la vida política, tú como consejero de Bienestar Social y yo alcalde; tú consejero de Obras Públicas, yo alcalde; tú consejero Portavoz del Gobierno, yo alcalde; tú consejero de Relaciones Institucionales, yo alcalde; tú vicepresidente de la Junta de Comunidades con el señor Barreda, y yo continuando siendo un humilde y orgulloso alcalde de Gálvez.
Desde hace cinco años tú eres alcalde de Toledo y yo sigo siendo el alcalde de Gálvez.
Como ves, hay bastantes cosas que nos unen.
Permíteme que te diga, amigo, y solo por si te consuela, que haciendo memoria de los últimos cinco años, la única ayuda que ha recibido Gálvez de la Junta de Comunidades de la que tú tantos años has sido consejero han sido: 22 por 100 para la construcción de un Centro de Educación Infantil; 0 por 100 para el tanatorio municipal; 5 por 100 para la remodelación de la entrada y travesía de la localidad; 0 por 100 para la construcción de la Residencia de Ancianos; 0 por 100 para la canalización del arroyo; 0 por 100 para el gimnasio de Gálvez; 0 por 100 para la construcción del Consultorio Médico, aún en obras. Y suma y sigue.
Eso sí, cada vez que la Junta de Comunidades del Señor Bono o del Señor Barreda aportaba alguna cuantía económica (Junta de la que tú eras consejero), esta cuantía iba acompañada de una «chapita». Me explico, para que la consejería de turno concediera la reglada «autorización de funcionamiento» del edificio público o actividad en cuestión, era condición sine qua non fijar con unos tornillitos a la entrada del edificio la «chapita» diciendo «Centro de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha».
Bueno… Con esto te aconsejo, si me permites, que para ser un buen alcalde, además de pedir, que no es malo, tienes que echarle valor, ingenio, muy buena gestión, no despilfarrar -más en estos tiempos de escasez económica en la que alguien se ha devorado el dinero de los contribuyentes- y hacer maravillas con el 0 por 100 del dinero que te dé la Junta.
Paciencia. Mucha paciencia. Eso es también ser un buen alcalde. Echar la culpa a terceros cuando uno se ve incapaz de conseguir algo siempre ha sido, cuanto menos, de cobardes en lo personal y de irresponsables en lo profesional.
Ser un buen alcalde Emiliano es trabajar con el corazón. No gastarte un duro si no lo tienes, y con los que tienes invertirlos en lo vital, posible e imprescindible, dada la situación.
Por eso Emiliano, no es momento de llorar, «hay que salir llorado de casa», como dijiste tú al PP cuando entró a gobernar esta región y puso encima de la mesa que, de los 400 millones de deuda heredada en facturas que dijo tu exconsejera de Economía y vicepresidenta del Gobierno socialista de Castilla-La Mancha, María Luisa Araujo –sobre la que pesa una querella interpuesta por el Gobierno de Cospedal-, se convirtieron en más de 6.500 millones de euros de deuda total heredada. Esos sí son motivos para llorar, pero no para que llores tú, sino para llorar todos los castellano-manchegos.
Por eso Emiliano, sé valiente y utiliza tu ingenio de político. Saca talla. No llores o «sal llorado de casa» porque la Junta de Comunidades «solo» te financie el 50 por 100 del remonte de Safont.
Búscate la vida, como se la buscó el PP cuando tuvo la Alcaldía de Toledo, y construyó «con dos cojones» –perdón por utilizar esa soez expresión popular que últimamente la tendríamos que poner más de moda para sacar a España adelante- las únicas verdaderas escaleras mecánicas que existen en Toledo. Olvídate de una vez de tus años de consejero y acuérdate que la política es «corazón», «gestión» y «trabajar por el bien común» sin esperar nada a cambio, como dijo Aristóteles. La política no es lo que tú has conocido como consejero del PSOE en Castilla-La Mancha, aportando tu pequeño granito de arena a la «estupenda» situación económica que ahora está gestionando el PP para sacar a esta Comunidad y a España adelante. Sal lloradito de casa y haz política con mayúscula, que curriculum tienes.
Emiliano, confía en el nuevo Gobierno de María Dolores de Cospedal, porque cuando uno sabe en qué dirección ir, uno se ilusiona y el problema se soluciona».
Manuel Fernández Lázaro-Carrasco es el alcalde «popular» de Gálvez (Toledo).