Un total de 10 asociaciones de Castilla-La Mancha, Madrid y Ávila que luchan contra la pobreza, la exclusión social y la mejora de la calidad de vida de personas enfermas recibirán las segundas microayudas de 1.500 euros cada una concedidas por la Fundación Caja Rural Castilla-La Mancha a proyectos de iniciativas sociales.
Las entidades premiadas en el apartado de lucha contra la pobreza y la exclusión social son Asociación Talismán de San Martín de Valdeiglesias, Asociación Pretox de Toledo, Banco de Alimentos de Ciudad Real y Manos Unidas de Toledo.
En cuanto a la mejora de la calidad de vida de personas enfermas, recibirán las microayudas la Asociación de Familiares de Personas con Alzheimer y otras Demencias (AFA Villarrobledo), Fundación Privada Madrid contra la Esclerosis Múltiple (Femmadrid), la Asociación Talaverana de Amigos, Familiares y Personas con Enfermedad Mental (Atafes), la Asociación de Familiares, Amigos y Personas con Daño Cerebral de Castilla-La Mancha (Iguala3) de Toledo, Pronisa Feaps Ávila y Aspaym de Toledo.
Así lo ha decidido en Toledo la Comisión de Valoración de esta convocatoria, formada por la directora de la Fundación Caja Rural Castilla-La Mancha, Ana López-Casero; la directora de Recursos Humanos y Jurídica de la entidad financiera, Paloma Gómez; y el secretario general de la Caja, Juan Antonio Bernácer.
Todos ellos han evaluado los 37 proyectos presentados según los requisitos y criterios de valoración establecidos en las bases de la convocatoria hasta seleccionar a los diez finalistas, una vez que el plazo concluyó el pasado 8 de noviembre.
PROYECTOS DE MEJORA
La radio y el musical de Talismán, para que jóvenes con discapacidad intelectual puedan mejorar su lenguaje, capacidad de escucha, comunicación y expresión corporal; el Programa de Atención Integral al Drogodependiente de Pretox; el reparto de alimentos por el Banco de Ciudad Real a través de 88 entidades benéficas de esta provincia o el programa de Manos Unidas para mejorar la atención al parto y pediátrica entre la población rural de Kanzenze, en la República Democrática del Congo, han sido del gusto del jurado.
También han resultado muy valorados el programa de musicoterapia de AFA-Villarrobledo; los servicios de centro de día, rehabilitación, orientación, mediación, promoción laboral y recuperación domiciliaria de Femmadrid; la lucha de Atafes contra el estigma y la integración social de personas con enfermedad mental mediante actividades directas y transversales; el servicio de apoyo especializado en el entorno natural para personas con daño cerebral y sus familias de Iguala3; el proyecto de Pronisa Feaps Ávila de creación de una sala lúdico-deportiva para la práctica del ejercicio físico y uso de nuevas tecnologías en personas con discapacidad y el incentivo de acciones para la promoción social y accesibilidad universal de personas con lesiones medulares, promovido por Aspaym.
La especial sensibilidad de la Fundación Caja Rural Castilla-La Mancha con las personas más vulnerables se ha visto una vez más reflejada en estas «pequeñas ayudas para dar visibilidad, ilusión y esperanza al trabajo callado, humilde y lleno de calidad humana de estas entidades, así como apoyar y estimular su irreemplazable labor para reconocimiento de toda la sociedad».