El segundo estudio que ha realizado la Universidad Rovira i Virgili (URV) de Tarragona ha revelado que los niveles de hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAPs) en el suelo y el aire de Seseña (Toledo) han vuelto a la normalidad, tras el incendio del vertedero de neumáticos que se produjo el año pasado.
El estudio, que ha sido presentado en Seseña por el alcalde del municipio, Carlos Velázquez, y por la catedrática en Tecnología del Medio Ambiente de la URV Marta Schuhmacher, establece que los niveles de HAPs en el suelo y el aire de la localidad son normales y que, por lo tanto, no hay riesgo para la salud de las personas, ha informado en una nota de prensa el Ayuntamiento.
Mara Schuhmacher ha explicado que el estudio ha sido realizado por el Centro de Tecnología Ambiental, Alimentaria y Toxicológica de la URV con muestras recogidas en diciembre de 2016 y mayo de 2017.
Entre sus conclusiones, se determina que en mayo de 2017, aproximadamente 12 meses después del incendio del vertedero ilegal de neumáticos, se observó una importante disminución (entre 4 y 38 veces) de los niveles de HAPs en aire.
En estos momentos, los niveles de HAPs en suelos son similares a los existentes en las cercanías de Seseña e, incluso, inferiores a los puntos blancos analizados, si se compara el muestreo inicial (junio de 2016) y el muestreo de seguimiento (diciembre de 2016), ha apuntado Schuhmacher.
En cuanto a los riesgos para la salud, un año después del incendio (mayo de 2017) los resultados del estudio arrojan que el riesgo en Seseña Viejo, Seseña Nuevo y la urbanización El Quiñón es similar en las tres localizaciones e inferior al encontrado en junio de 2016, y se encuentra dentro de los valores normales según las agencias nacionales e internacionales.
Antes de ser presentado en una rueda de prensa, el estudio del Centro de Tecnología Ambiental, Alimentaria y Toxicológica de la URV sobre los contaminantes emitidos en el siniestro ha sido presentado a la comisión social sobre el incendio y sus consecuencias de Seseña creada por el Ayuntamiento de Seseña, en la que participan colectivos sociales y administraciones.
En este sentido, Velázquez ha asegurado que «el ayuntamiento de Seseña ha cumplido el compromiso adquirido en la comisión social de coordinación y ha financiado íntegramente este segundo estudio para garantizar la tranquilidad de todos los vecinos» sobre la degradación de los contaminantes.
«Nuestra principal preocupación ha sido siempre la salud de los vecinos de Seseña», ha afirmado Velázquez, que ha destacado que «gracias a este trabajo hoy podemos afirmar que podemos pasar página en cuanto al riesgo para la salud de las personas».
Velázquez ha agradecido al catedrático de Toxicología y Salud Medioambiental de la URV, José Luis Domingo Roig, a Marta Carta Schuhmacher y a todo el equipo de investigación «su colaboración constante con el Ayuntamiento y la preocupación que han demostrado desde el primer momento por la salud de los vecinos de Seseña».