Toda una ciudad, Talavera, se está volcando en ayudar a Eva, una pequeña de dos años y medio que -afectada por una enfermedad aún por diagnosticar pero que le provoca crisis epilépticas y daño cerebral- necesita una silla de ruedas.
Los apoyos y muestras de solidaridad hacia la familia llegan más allá de la ciudad de la cerámica, con mensajes desde Barcelona, Sevilla, Asturias, Madrid…
Gracias a la iniciativa puesta en marcha por el colegio público «Rafael Morales» -donde estudia la hermana mayor de Eva-, en diferentes lugares de Talavera están recogiendo tapones de plástico que la empresa Seur se encargará de transportar para su reciclaje. En concreto, la acción se enmarca en «Tapones para una nueva vida», el proyecto estrella de la Fundación Seur con el que la compañía ya ha conseguido ayudar a más de 150 niños y niñas.
Aunque se han habilitado otros puntos de recogida, estos tapones podrán ser entregados en el propio colegio «Rafael Morales», en la Fundación Madre de la Esperanza donde Eva recibe tratamiento de atención temprana así como en la bolera del Complejo Estoril.
Daniel Estévez, padre de la niña, expresaba a encastillalamancha.es su emoción por la respuesta «tan espectacular» que está teniendo esta campaña solidaria, no solo por la cantidad de tapones que está aportando la gente, sino también por la «energía positiva» que les están trasladando y la repercusión que está teniendo el caso en las redes sociales. «Eva eso lo nota», comentaba.
Tanto él como la madre descubrieron que algo no iba bien cuando tenía tan solo dos meses. Una crisis epiléptica dio paso a numerosas pruebas y tratamientos y a una enfermedad que aún está por diagnosticar, si bien -tal y como comentaba Daniel- «pensamos que se trata de una enfermedad rara».
Lo positivo de la pequeña es que poco a poco va avanzando en las sesiones de fisioterapia y logopedia. De hecho, sus padres ya tienen en mente escolarizarla en un colegio ya que son conscientes de que la estimulación que pueda recibir en un entorno integrador es lo mejor para su desarrollo.
Eva necesita una silla de ruedas muy costosa que se va adaptando a su crecimiento y, dada la situación económica que tienen sus padres, toda ayuda es poca.