La frase lo dice todo y es más clara que el inexistente agua que hay por la zona: «Feliz Navidad desde el desierto de Entrepeñas». Es la forma de felicitar estas fechas desde la Asociación de Municipios Ribereños de los embalses de Entrepeñas y Buendía, porque desde luego ni ellos ni los demás tenemos absolutamente nada que celebrar si de agua hablamos.

El desierto de Entrepeñas tras los continuos trasvases y la sequía

Recordemos que los dos embalses de la cabecera del Tajo están agonizando debido a los continuos trasvases que se han ido aprobando durante años (en estos momentos ya no se puede trasvasar por la sencilla razón de que no hay agua que llevarse), situación que se agrava todavía más por la pertinaz sequía de los últimos 12 meses, ya que apenas ha llovido y no tienen de dónde «beber».

La Asociación de Municipios Ribereños de Entrepeñas y Buendía han reclamado durante años y años, igual que otros muchos colectivos de la comunidad autónoma, como la Plataforma del Tajo en Toledo o la Plataforma en Defensa de los Ríos Tajo y Alberche de Talavera, que se acabara con una práctica que a la larga ha desahuciado un río que además tiene que soportar los continuos vertidos industriales que proceden de la Comunidad de Madrid, en concreto del río Jarama.

Entrepeñas y Buendía están en estos momentos en apenas un 9 por 100 de su capacidad, lo que demuestra que la política hídrica seguida desde el Gobierno de España no solo no ha dado resultado sino que se ha esquilmado un recurso fundamental para Castilla-La Mancha.

Y ahora a ver quién resuelve este entuerto…