La consejera de Fomento de Castilla-La Mancha, Marta García de la Calzada, ha subrayado que la inversión en carreteras del Gobierno de Cospedal durante la presente legislatura en toda la región supera los 166 millones de euros, destinada a mantener, conservar y optimizar la red vial. Todo ello, ha enfatizado, con una filosofía: «no se trata de hacer obras faraónicas para que apenas circulen vehículos», sino que se ha tratado de «garantizar la seguridad vial, el desarrollo de nuestra tierra y, en definitiva, el bienestar de nuestros ciudadanos».
Tal y como ha explicado la titular de Fomento y según informa la Junta en nota de prensa, este esfuerzo inversor se ha realizado «a pesar de haber contado con un punto de partida muy complicado» al inicio de la legislatura, «habiendo tenido que hacer frente a muchas deudas, como el IVA de las carreteras, las expropiaciones o las deudas con los contratistas que no se habían pagado por parte del anterior Gobierno socialista».
Marta García ha supervisado el inicio de las obras de la travesía CM-410 a la altura del municipio toledano de La Puebla de Almoradiel, unos trabajos que, gracias a una inversión de más de 235.000 euros, reportarán una mejora en la seguridad de la circulación a los usuarios que transitan por esta vía. En este sentido, la consejera ha afirmado que estas obras eran «muy demandadas por los vecinos» y «muy necesarias», tanto por el estado del firme, «muy degradado», como por las inundaciones de agua en algunas zonas de la travesía.
García de la Calzada ha calificado esta actuación como «un ejemplo de la forma de actuar de la presidenta Cospedal en materia de carreteras», situando como «objetivo primordial» la mejora de la seguridad vial de las vías de comunicación. A su juicio, con carreteras más seguras y cómodas para el tráfico se beneficia a sectores como el comercio, el turismo o el transporte, favoreciendo de esta manera el progreso de la región.
Además, ha resaltado García de la Calzada, en las obras que se desarrollan en los tramos urbanos, como es el caso de las travesías, el Gobierno regional atiende al «día a día de los vecinos», que tienen que desplazarse, por ejemplo, a los centros de salud o a los colegios. Una apuesta, en definitiva, para «favorecer la movilidad urbana de los castellanomanchegos».