El grupo municipal de Ganemos en el Ayuntamiento de Talavera ha insistido en la necesidad de revisar de manera «urgente» el Plan de Ordenación Municipal (POM) para hacer un planeamiento «más modesto y acorde» al desarrollo de una ciudad de menos de 90.000 habitantes.
El concejal de Ganemos, Miguel Ángel Sánchez, ha indicado en rueda de prensa que existen unas 1.200 hectáreas de suelo urbanizable que «jamás» se van a construir, por lo que cree que deberían desaparecer.
Sánchez ha explicado que estas «grandes bolsas de suelo por desarrollar» triplican o cuadruplican el casco urbano de Talavera, ciudad que ha tardado más de 2.000 años en crearse y cuyo POM plantea que en un periodo de entre 10 y 20 años se ocupe todo ese terreno.
En su opinión, «el documento actual fue dictado por grupos de interés y no podemos cometer el mismo error», de modo que ha planteado la creación de una comisión ciudadana, no de expertos y técnicos, que sea partícipe en la elaboración del nuevo plan.
«El POM nació prácticamente muerto y no sirve para nada, y lo que no vamos a tolerar desde Ganemos es que sea dictado por determinados intereses a puerta cerrada», ha subrayado el concejal, quien ha exigido «absoluta transparencia e información clara sobre las nuevas delimitaciones, densidades de construcción o zonas de protección».
A su juicio, «el POM no es una herramienta para especular con el suelo, sino para ordenar el municipio y tener todo perfectamente organizado» y, por ello, ha exigido «luz y taquígrafos» sobre el nuevo documento «para evitar los errores del pasado».
Sánchez ha recordado que esas 1.200 hectáreas de suelo urbanizable por desarrollar tienen diferentes rangos impositivos en el pago del Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI), con zonas en las que se está aplicando hasta el 90 por 100 de bonificación en Talavera.
En este sentido, ha pedido que se cumpla «estrictamente» la Ley del Catastro, cuyas bonificaciones alcanzan hasta el 40 %, y que esa diferencia de porcentaje se descuente a los ciudadanos.
Según el edil de Ganemos, «quienes pelearon por tener suelo urbanizable, ahora por un cambio del viento económico no pueden estar dirigiendo la política urbanística de este Ayuntamiento», por lo que se ha mostrado partidario de ser «muy cautos» con las bonificaciones a estos propietarios.