El grupo municipal de Ganemos Toledo confía en que «a la mayor brevedad se encuentre una solución para proceder al total desamiantado de las zonas próximas a las viviendas del Polígono, donde se fueron acumulando a lo largo de los años residuos procedentes de la extinta fábrica de Ibertubo y que con el paso del tiempo se van deteriorando aumentando así su potencial peligrosidad».
Aunque a Ganemos le consta que desde la Concejalía de Obras y Servicios Públicos Medioambientales «se están realizando gestiones ante la Consejería de Agricultura y Medio Ambiente con ese fin», la formación política, por boca de su portavoz municipal Javier Mateo pide a la administración regional «la máxima celeridad ante una situación que puede entrañar riesgos medioambientales y para la salud, máxime cuando los propios técnicos de la Junta en un informe han detectado la presencia de fibras de amianto blanco en las inmediaciones del barrio del Polígono».
Desde Ganemos advierten que el proceso de desamiantado no es sencillo, «y debe realizarse por empresas especializadas, para su ejecución se tiene que establecer una adecuada planificación y procedimientos seguros que garanticen que las fibras de amianto en su retirada no sean esparcidas por las zonas aledañas». Por ello piden que esa retirada se realice «con las máximas garantías para minimizar todos los riesgos en las operaciones que se tengan que realizar».
Javier Mateo ha querido recordar que la asociación de vecinos El Tajo del Polígono, junto con Izquierda Unida que ahora forma parte de Ganemos Toledo, presentó denuncia ante la fiscalía en junio del 2014 «para intentar desbloquear una situación que permanecía encallada desde hacía años». Mateo considera que ha pasado un plazo de tiempo suficiente y que la retirada de estos restos «no puede esperar más».
«Nos mantendremos vigilantes para que se pongan en marcha todos los procedimientos de manera que a corto plazo puedan ser eliminados estos residuos de amianto en condiciones de seguridad», ha señalado Mateo, quien concluye pidiendo a la Fiscalía que determine «si existieron por parte de la empresa Ibertubo responsabilidades medioambientales por estos vertidos y en su caso que actúe de oficio, exigiéndolas, para evitar de cara al futuro situaciones similares que ponen en peligro tanto la salud de las personas como del medio ambiente».