Ganemos Toledo ha valorado que en el próximo Consejo Municipal de Medio Ambiente, que se celebrará el día 31, se incluya como punto del orden del día ofrecer información sobre la situación y actuaciones municipales en relación con los vertidos de fibrocemento depositados en la zona del arroyo de Ramabujas.
Para la concejal Eva Jiménez, que participa en este órgano como representante de Ganemos Toledo, «la transparencia y la información en materia medioambiental y de salud pública deben ser una de las características inexcusables para la gestión municipal, de manera especial en cuestiones como ésta». Jiménez valora positivamente que se ofrezca información detallada en el Consejo Asesor de Medio Ambiente: «valoramos positivamente que en el ámbito de este órgano municipal la Concejalía de Obras y Servicios Públicos Medioambientales tome la iniciativa poniendo a disposición de las organizaciones, partidos y ciudadanía en general la información sobre las actuaciones que se están llevando a cabo».
En todo caso, desde Ganemos Toledo se reiterará la preocupación ante la existencia del vertido al tratarse de materiales tóxicos y peligroso, por lo que la concejal de Ganemos Toledo pedirá «que se acometan a la mayor brevedad actuaciones que mitiguen cualquier riesgo de dispersión de las fibras de amianto en el medioambiente dada la proximidad con zonas residenciales».
Jiménez sitúa las competencias directas en la Junta aunque plantea la necesidad de un papel activo del Ayuntamiento. «Siendo conscientes de que las competencias y la responsabilidad directa para acometer el problema le corresponde fundamentalmente a la Junta, a los propietarios de los terrenos y los responsables del vertido, consideramos que el Ayuntamiento de la ciudad debe ofrecer un papel activo que nos consta viene manteniendo para agilizar y colaborar en una pronta solución».
Ganemos considera prioritario adoptar a corto plazo medidas para reducir el riesgo de dispersión de partículas o la retirada de los residuos como ya expresó en otras ocasiones; «no actuar no nos parece una opción válida». Añade que «cuando hablamos de amianto no hay límite de exposición seguro, el único nivel tolerable debería ser cero, máxime cuando no nos estamos refiriendo a una exposición laboral sino a la posibilidad de que cualquier persona residente en la zona pudiese inhalar fibras presentes en el ambiente por proximidad a la zona o por acceder al lugar donde se encuentran depositados los restos».