lunes, 23 de septiembre de 2024
artículo de opinión 08/11/2013junio 12th, 2017

«En los últimos días estamos conociendo resultados de multinacionales, arrojando beneficios millonarios; que, siendo inferiores a tiempos pasados, no dejan de ser sustanciosos y llamativos.

Los mercados están de celebración, y los bancos también se apuntan a la fiesta del verde. Aquellos, que con el beneplácito de los gobiernos, nos dieron total facilidad de acceso al crédito, provocando el endeudamiento de multitud de familias, endeudamiento que advertimos es muy desigual (el 87% son hogares con menor patrimonio), los mismos que ahora nos cierran el grifo del crédito, quedándose con el dinero público que recibieron y con los beneficios.


En la otra cara de la moneda, observamos que el umbral de la pobreza ha descendido, y España se sitúa en el segundo escalón de la Unión Europea en términos de desigualdad, según el índice GINI.

En procesos de desigualdad como del que estamos siendo víctimas, el papel del Estado es fundamental.

El Gobierno de España, lejos de cumplir con su obligación de proteger a sus ciudadanos, está sometiéndonos a políticas de austeridad y dando demasiada importancia al control de gasto, mientras determinados segmentos de la población están siendo victimas de una precariedad económica y social, inasumibles en una sociedad desarrollada como la nuestra. Está procediendo al desmantelamiento del Estado Social, con la consecuente cronificación de la desigualdad.

El control económico y social está viéndose eclipsado por el dominio de los mercados, y el resultado es una desigualdad estructural en el reparto de la renta, con beneficios empresariales que en 2013 superan los 3.000 millones de euros, y con remuneraciones salariales que descienden en más de 7.000 millones de euros. Responsable en buena parte de esto, el Gobierno Rajoy con su Reforma Laboral, distorsionando la Negociación Colectiva, y acentuando la desigualdad entre capital y trabajo.

Desde la década de los 80, comenzó a fraguarse un modelo de globalización sin contrapoderes, al margen del control político y ciudadano.

Nuestros gobernantes nos están dando la espalda para mirar de frente al capitalismo.

Conocedores de la postura de los que gobiernan, comienza nuestra responsabilidad como ciudadanos.

Solo de nosotros depende que la Educación, la Sanidad, y los Servicios Sociales sigan siendo públicos y de calidad, no pasando a ser controlados por el capital.

Solo de nosotros depende mantener la Cohesión Social y vivir en un Estado del Bienestar regido por un Contrato Social que permita mayor presencia política y social en la economía, que permita una redistribución de la riqueza, y restaurando y reforzando la Negociación Colectiva, apueste por políticas que lleven al pleno empleo.

No dejemos pasar el tiempo en espera de si seremos o no, la próxima victima de este despropósito. Si no adoptamos medidas, si no hacemos ver a los gobiernos, que la democracia no consiste solo y exclusivamente en respetar los resultados arrojados de las urnas y que deben escuchar las voces de sus ciudadanos. Si no hacemos que estas voces sean más fuertes y contundentes de lo que han sido hasta ahora, nos lamentaremos el resto de nuestros días.

Solo de nosotros depende que el futuro sea nuestro, y que no quedemos a merced de ellos».

José Manuel Muñoz, secretario general de CC.OO. de Ciudad Real.

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