«Héroes anónimos» nació en CMM para dar voz a personas y colectivos que «hacen cosas por lo demás de forma generosa y altruista y a historias de superación personal». Son palabras de Julián Cano, el periodista que tuvo la idea y que, una vez obtuvo el respaldo de la cadena ha llevado las riendas del programa y le ha puesto sello de autor a «Héroes anónimos», que comenzó su primera emisión, el 14 de abril de 2016. Han pasado 6 temporadas, 85 programas, más de 100 colectivos y 1.000 testimonios, todos ellos historias humanas contadas a flor de piel por sus protagonistas, en un tono humano pero sin forzar la sensiblería ni los guiños al amarillismo.
Mostrar la realidad social, una tarea de la televisión pública
Hoy CMM ha organizado un homenaje para todos ellos y ha contado con la asistencia de buena parte de las personas y asociaciones que han pasado por el programa. Bajo el hastag #graciasMIL, la directora general de CMM, Carmen Amores, y Julián Cano, han agradecido la participación de tanta gente. Amores ha mostrado su convencimiento de que una televisión pública está para mostrar la realidad social tal y como es, con sus protagonistas, retos y problemas y sin preocuparse por la dictadura de las audiencias.
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En dos años y medio han pasado por «Héroes anónimos» no solo historias de superación personal o de altruismo, sino las ocupaciones y preocupaciones de colectivos que viven realidades muy complicadas por problemas de salud, discapacidad u otras circunstancias.
Julián Cano ha llevado al medio más importante en Castilla-La Mancha, la televisión pública regional, las historias de gente que se suele quedar fuera de los focos. Y lo ha hecho consiguiendo datos de audiencia de hasta 50.000 espectadores en algunos programas. Colectivos que trabajan con enfermos de cáncer, Alzheimer, inmigración, mutilación genital femenina han encontrado eco en «Héroes anónimos», al mismo tiempo que historias de superación personal.
Y entre todas ellas, una que marcó uno de los puntos de inflexión del programa. La presencia de de Juan Ramón Amores, director general de Juventud y Deportes, para hacer público en mayo de 2016 que era un enfermo de ELA (Esclerosis Lateral Amiotrófica), una enfermedad degenerativa que aún no tiene tratamiento.
Juanra Amores: «Ninguna dificultad será tan grande como las ganas de ver el sol»
Juan Ramón Amores es uno de los «héroes», aunque desde luego ya no es anónimo. Hoy ha sido el primero de los cinco testimonios que se han escuchado en el homenaje #graciasMIL. Y ha vuelto a emocionar a todos y eso que hoy las emociones no han faltado ningún minuto.
Amores ha animado a la televisión pública a continuar con este tipo de contenidos y ha felicitado a Julián Cano por la calidad del programa, los premios conseguidos y «el apoyo incondicional de los que hoy hemos venido sin pensar en la distancia, en la hora, solo pensando a lo que hemos venido, orgullosos de que un día entraras en nuestra vida y de ser tus héroes anónimos, tus héroes invisibles».
«Nos quedan muchísimos testimonios más por escuchar, muchos héroes anónimos, invisibles a los que dar voz y enseñar a la sociedad que cuando se quejan no llevan razón. La vida puede ser maravillosa incluso cuando nos pone dificultades por delante», continuó diciendo.
«Soy ciego, tengo autismo y soy feliz»
Minutos antes Sergio Aznárez, otro héroe anónimo, había confesado: «Soy ciego, tengo autismo y soy feliz…». Juan Ramón Amores tomó el ejemplo de Sergio. «Ser una persona feliz está al alcance de cada uno y de cada una de nosotras. Al final son pequeños detalles. Y mi lema, Acuérdate de vivir hablado de eso, de que ninguna dificultad será tan grande como las ganas de ver el sol al día siguiente, de dar una mano, un abrazo, una sonrisa a quien os encontréis», dijo y confesó sentirse «pequeñito al escuchar cada una de esas historias que salen, la mía es una más».
Juan Ramón Amores nunca es uno más. Ni sus palabras dejan nunca indiferentes. Pero #graciasMIL ha puesto hoy de manifiesto que son muchas las historias que necesitan ser visibles porque todas ellas salen de «gente humana y sencilla» y con cuya divulgación «Héroes anónimos» tiene el «objetivo de contribuir a hacer mejor a nuestra sociedad», en palabras del director del programa.
Donaciones para «María de Padilla» y la Fundación Kirira
El acto ha servido también para que dos asociaciones de mujeres, «María de Padilla» , de Toledo, que trabaja con víctimas de violencia de género; y la Fundación Kirira, de Tomelloso (Ciudad Real), dedicada a erradicar la mutilación genital femenina, recibieran dos cheques con el importe íntegro de los dos últimos premios recibidos por este programa: 7.500 euros, procedentes de las convocatorias de la Fundación Telefónica y del Gobierno de Melilla.
La productora, Ménfora Plus, de Villamalea (Albacete), ya está grabando la séptima temporada. Las seis primeras han merecido galardones como el Premio Nacional Supercuidadores, otorgado por el Ministerio de Sanidad y Bienestar Social; Atades, que da el Gobierno de Aragón; Solidarios, concedido por la ONCE; Afribrovi o el Premio a la Sensibilización, obtenido en Gala de la Discapacidad y el Premio Acepain, por el apoyo a la investigación del cáncer.
Junto a los testimonios de Amores y Aznárez, que también ha interpretado una pieza musical al piano, se ha podido escuchar a Iker, un niño con parálisis cerebral; a Carlos Hernández, delegado de la ONCE en CLM; a Txaikou Ciccé, que trabaja con inmigrantes en Médicos del Mundo, en Albacete; y la actuación del albaceteño Antonio Belmonte.
Entre los asistentes, la directora del Instituto de la Mujer de Castilla-La Mancha, Araceli Martínez.