Una buena noticia para el patrimonio cultural de Guadalajara: tras unas primeras obras de adecuación y consolidación, el monasterio de Bonaval, en Retiendas (Guadalajara), abandona la Lista Roja del Patrimonio que elabora Hispania Nostra y pasa a la Lista Verde.

Estas reformas llegan después de que la Plataforma Salvar Bonaval recogiera firmas en enero para solucionar el mal estado del templo y de la reacción en febrero del Gobierno de Castilla-La Mancha, que presentó un proyecto de rehabilitación de tres millones de euros.

Según el plan, la primera fase de restauración (de las cuatro previstas) ha costado 400.000 euros y ha permitido abrir el monasterio al público de manera que los ciudadanos conocieran los mecanismos de conservación. Estos han servido para consolidar las estructuras, retirar la vegetación, controlar las humedades y permeabilizar el edificio.

Los orígenes del monasterio de Bonaval

La iglesia es un monumento capital en la historia de la arquitectura medieval de España. Es, además, uno de los cenobios medievales de la Orden del Císter más meridionales, de estilo románico muy evolucionado hacia formas góticas. Debió iniciarse bien entrado el siglo XIII, en el siglo XVII sufrió severas reformas y el embate del trienio liberal acabó con su cenobio en 1821. Fecha a partir de la cual fue experimentando un deterioro cada vez mayor.

Deterioro del templo y dispersión de sus pertenencias

Cuando los monjes abandonaron el monasterio y se retiraron a su casa madre en Toledo el edificio se vendió a particulares, que no se preocuparon de su conservación. Algunos capiteles fueron repartidos por casas y por otros lugares del pueblo mientras que sus libros y joyas cayeron en manos de anticuarios y oportunistas. Solamente algunas piezas artísticas pasaron a la parroquia de Retiendas, donde hoy se veneran.