Un hombre encamado en medio de una modesta habitación, con mirada perdida, rodeado de una enfermera, tres monjas y unos cuantos heridos, uno de ellos con la venda en la cabeza. Año 1909, la cámara de Francisco Goñi y Soler retrata una escena en el hospital de campaña en Melilla. Entre esos hombres que portan el mismo uniforme sobresale un bigote, cuyos ojos miran directamente al enfermo. Son los de Fidel Pagés, cirujano español que se considera autor de la «anestesia metamérica», de la epidural.
La fotografía retrata un momento íntimo, privado, y pertenece a la Colección Francisco Goñi y Soler, propiedad de la Agrupación Fotográfica de Guadalajara, situada en el Archivo Histórico Provincial de Guadalajara.
El retrato de España está en Guadalajara
Esta postal de Pagés en un centro hospitalario de Melilla es solo una de las muchas fotografías documentales que Goñi y Soler hizo de la realidad española y que se pueden visitar en Guadalajara. «Constituye un retrato formidable de la provincia de Guadalajara y en general de España. Se trata de una de las colecciones más representativas y artísticas de la época», expone la sección de Cultura de Castilla-La Mancha, que cuenta en su web la historia de la galería fotográfica.
Las 863 fotografías de Goñi y Soler tienen un estado de conservación regular. El fondo se encontró de casualidad en la década de los 80 en un sótano de la calle Olmillos de Guadalajara, donde estaba oculto porque podía comprometer al fotógrafo.
Goñi y Soler fue un colaborador cercano de Alfonso XIII, con el que viajó por todo el país. Sus fotografías exploran más ámbitos que el de la propia corte, retratan las costumbres de la época y del discurrir cotidiano. Vivió en Guadalajara desde el 1918, donde trabajó en la administración y siguió retratando la vida de las gentes a principios del siglo XX. Goñi y Soler fue asesinado en 1936 en la cárcel de Guadalajara, que justificaron por su afecto a la Monarquía.