Dos hombres que fueron intercambiados por error al nacer en los hospitales General de Guadalajara y Val d’Hebrón de Barcelona en 1971 y 1972 reclaman unos tres millones de euros por los daños ocasionados a los respectivos servicios sanitarios.
Daños que se pueden considerar irreparables
Así lo ha anunciado este martes el abogado José Sáez Morga, quien lleva también el caso de una de las niñas intercambiadas en 2002 en el Hospital San Millán de Logroño, que se conoció en 2021.
La reclamación de 3 millones de euros es la máxima que establece la Ley de Consumidores y Usuarios por daños que se puedan considerar irreparables, ha explicado el letrado en rueda de prensa.
En el caso de La Rioja, el pasado mes de abril, la Justicia condenó a la compañía aseguradora del Servicio Riojano de Salud a abonar una indemnización de 850.000 euros a la joven que había sido intercambiada, de los que solo ha recibido 215.000 euros, por lo que se mantiene abierta una doble reclamación, una por la diferencia entre ambas cantidades y otra por la totalidad hasta 3 millones que pidió inicialmente, ha explicado el abogado.
Reclama 2,9 millones de euros
En los otros dos casos, la reclamación del varón de Guadalajara asciende a 2,9 millones de euros y la del de Barcelona, a 3 millones.
En Guadalajara, el interesado, por aparentes discordancias de grupo sanguíneo con sus familiares, se sometió en 2021 a pruebas de ADN voluntarias con su madre y hermana formales o de registro, de las que resultó su no parentesco biológico, ha señalado Sáez Morga.
Al recabar su historia clínica, los servicios sanitarios de Guadalajara le respondieron que no aparecía y que, con ocasión del traslado de los servicios al nuevo hospital, inaugurado el 25 de enero de 1982, primero General y luego Universitario, se había perdido la documentación.
«Se perdió la documentación»
El Servicio de Salud de Castilla-La Mancha indicó que no se había encontrado documentación clínica relacionada con el nacimiento de este hombre ni en la de su madre; y señaló que era un problema detectado con «cierta frecuencia» porque en el traslado de historias clínicas de la Residencia Vieja al Hospital Universitario «se perdió la documentación».
Una posterior investigación realizada a instancia de la inspectora médico instructora, que se conoció el pasado 16 de marzo, señaló que no consta documentación clínica relativa al nacimiento ni al parto.
Este hombre, cuyo padre de registro ha fallecido, desconoce hasta ahora a sus progenitores biológicos y parientes de ese orden, ha relatado el letrado.