La Guardia Civil de Guadalajara, su lucha contra la caza ilegal, lleva tras la pista de un supuesto autor de delito relativo a la protección de fauna y flora desde el pasado mes de marzo.
En el interior del vehículo llevaba una cabeza de corzo
Los hechos se iniciaron de madrugada el 20 de marzo, cuando una patrulla interceptó el coche del ahora investigado al que sorprendieron intentando hacer maniobras para evitar un control de carretera en la localidad de Valdeavellano.
Tras encontrar en el interior del vehículo una cabeza decapitada de corzo y útiles de caza preparados para la actividad cinegética, se iniciaron las actuaciones policiales. Entre ellas la solicitud de información a otras provincias y visionado de lectores de matrículas que han llevado a la investigación de una persona y al decomiso de las armas y el material utilizado.
Consecuencias de la caza ilegal
La Guardia Civil recuerda que se entienden como conductas de furtivismo aquellas que se refieren a cazar fuera de temporada, no poseer las licencias administrativas requeridas, el uso de armas, medios o municiones ilegales, la caza de animales protegidos o las que se llevan a cabo dentro de áreas restringidas o prohibidas.
Dichas conductas están tipificadas en los artículos 334 y 335 del Código Penal y pueden llevar aparejadas penas de prisión de seis meses a dos años, retirada de la licencia de caza de dos a cinco años, retirada de los permisos de armas, el pago de los daños causados y el decomiso de los trofeos, además de las infracciones contempladas en la legislación de caza de Castilla-La Mancha que contempla sanciones de hasta 60.000 euros.