Los farmacéuticos celebran este miércoles 25 de septiembre su día mundial, este año bajo el lema ‘Farmacéuticos: respondiendo a las necesidades sanitarias globales; facilitando soluciones locales’, un eslogan con el que se identifica la farmacia de Alcocer (Guadalajara), que estuvo a punto de desaparecer tras más de 150 años abierta al público, pero que encontró relevo para poder seguir presentado una atención cercana.
Este municipio, con unos 350 vecinos y ubicado en la Alcarria Baja, entre los embalses de Buendía y Entrepeñas, no encontraba esta primavera relevo para quedarse con la farmacia tras la jubilación de la anterior boticaria, cuya familia llevaba siglo y medio dando este servicio.
Sin embargo, Miriam Manzano, que llevaba más de 20 años trabajando como farmacéutica en Guadalajara capital, decidió dar el paso y ponerse al frente de esta farmacia rural en este pueblo de donde es su marido y cuenta con familia y vivienda.
«Eso hizo mucho. La farmacia rural es otro punto de vista de la farmacia”, asegura a EFE sin arrepentirse de su cambio.
Consciente del papel asistencial y psicológico de las farmacias rurales
El alcalde del municipio, Borja Castro, destaca la apuesta de esta farmacéutica que “ha decidido emprender y hacerlo en el mundo rural. Ese era la principal dificultad porque esta es una farmacia rentable y la anterior farmacéutica traspasaba la licencia en condiciones muy ventajosas porque no tenía un interés económico, sino que quería que perviviera ese servicio”, explica a EFE.
Sin embargo, no solo hubo que buscar quién se quedara con la farmacia sino un nuevo local para la misma, porque la botica estaba instalada en la propia vivienda de la farmacéutica que se jubilaba. Aunque el Ayuntamiento ha facilitado un local municipal que se cede en un régimen de alquiler por un coste simbólico de 50 euros, que permite pagar los costes básicos de agua y luz.
Manzano tuvo que adecuar el local, que pudo abrir sus puertas el 10 de junio. “El trabajo en un pueblo es diferente, en la forma y ritmo de la capital aunque en verano aumenta la población y ahora viene la tranquilidad”, comenta esta boticaria consciente del papel asistencial y hasta de psicólogo que tienen los farmaceúticos, más en los pequeños pueblos.
“Viene mucha gente con sus problemas y antes de ir al médico te consultan”, afirma Manzano, que asegura que está contenta de esta nueva etapa.
En los últimos años, esta localidad ha experimentado un crecimiento en la creación de nuevos establecimientos rurales y la llegada de nuevos vecinos, multiplicando por cuatro el número de alumnos matriculados en la escuela rural, por lo que un servicio como el de farmacia es esencial y tiene garantizada su rentabilidad, insiste su alcalde.