«Esto fue a lo largo del domingo, cuando vimos a la ovejas muertas y las heridas que morirán porque con infecciones son difíciles de curar y estamos localizando algunas que creemos se han extraviado», ha señalado el ganadero afectado por el ataque de lobo en Mayaelrayo, Alberto Chamorro, quien también es presidente de la Asociación en defensa del mastín, que cuenta con un rebaño de unas 400 cabezas entre cabras y ovejas.
Chamorro ha señalado que desde que cuenta con siete mastines que cuidan del rebaño, los ataques se han reducido sustancialmente «ya que son efectivos», pero ha explicado que en la zona donde se produjo el ataque tiene mucho arbusto, las ovejas se dispersan y el lobo aprovecha.
Este ganadero, que ya ha visto cómo su ganado era atacado en ocasiones anteriores por lobo, se ha mostrado «molesto y contrariado por los ataques«, si bien ha asegurado que entiende que el lobo debe convivir con el ganado.
En este sentido, ha explicado que el uso de mastines tiene como finalidad disuadir al del ataque, un método «efectivo salvo ataques puntuales como el de estos días».
«Estamos de acuerdo con las ayudas y con que las hayan incrementad,o pero otra cosa importante es el lucro cesante, algo que no se contempla», ha señalado este ganadero, que ha insistido en que la legislación está obsoleta y existe un vacío legal a la hora de contemplar a los mastines como animales de trabajo.
Así, ha señalado que si bien es cierto que les han llegado denuncias porque la gente se asusta con los ladridos de los mastines, también ha reivindicado que ninguno de estos canes ha mordido a nadie.
En este sentido, ha apuntado que en zonas como el Pirineo francés existen carteles disuasorios en los que indican que hay ganado con mastines «y sólo pido a la administración que agilice lo mismo en la Sierra Norte», pues ha aseverado que su uso ayudaría a evitar más ataques.