El alcalde de Guadalajara, Alberto Rojo, confirmaba ayer sábado la suspensión de todas las fiestas en la ciudad en honor a la Virgen de la Antigua. «Ni conciertos, ni espectáculos culturales, ni la instalación de peñas y, por supuesto, ni encierros ni corridas de toros», señalaba el edil.
Por su parte, uno de los empresarios, Álvaro Polo, comunicaba su desvinculación de la Unión Temporal de Empresas (UTE) que gestiona el coso de las Cruces, que quedará disuelta al finalizar el contrato de arrendamiento el próximo 30 de septiembre, lo que obligará al Consistorio a elaborar un nuevo pliego de condiciones y a sacar la plaza a concurso la próxima temporada.
Además de la feria taurina de Guadalajara, ocurrirá lo mismo con las de Linares (Jaén) y Tafalla (Navarra), definitivamente suspendidas debido a la crisis sanitaria del coronavirus y a la incertidumbre sobre las medidas impuestas para la reapertura de plazas de toros en los meses de agosto y septiembre.