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viernes, 22 de noviembre de 2024
Álvaro Gutiérrez
Álvaro Gutiérrez Foto - Rebeca Arango
Álvaro Gutiérrez, presidente de la diputación - 26 octubre 2018

«Un gobierno con cuerpo inversor y alma social». Así describía Álvaro Gutiérrez, presidente de la Diputación de Toledo, los valores que definen a su equipo de trabajo, unas cualidades que traducía en cifras: «hemos alcanzado la cantidad histórica de 100 millones de euros invertidos en los municipios de la provincia a través de programas que han supuesto cerca de 2.000 obras de mejora, un 30 por 100 más que en la legislatura anterior».

Durante su participación en el desayuno informativo «Espacio Reservado» organizado por encastillalamancha.es en el Hotel Beatriz de Toledo con el patrocinio de Eurocaja Rural, ha puesto el acento en el carácter social de sus presupuestos, unos presupuestos que -por otro lado- «no han crecido» y que, sin embargo, han permitido reducir la deuda de la Diputación en más de un 60 por 100 e «invertir el superávit en los ayuntamientos y los ciudadanos».


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Para Gutiérrez es destacable que, de los 100 millones invertidos, 60 se hayan destinado a iniciativas sociales. «Hablar de temas sociales es hablar del Centro de Día Psicogeriátrico y de Enfermos de Alzheimer y de la Residencia Social Asistida San José», ambos con unos niveles muy óptimos de usuarios». Pero -en su opinión- también es hablar de los pisos que la Diputación ha cedido a la Asociación de Familias de Niños con Cáncer de Castilla-La Mancha (Afanion), a Unicef o a Apanas; también del proyecto de lucha contra la pobreza creado en colaboración con Cruz Roja y la Junta, «siendo la primera Diputación en hacer algo así»; o de los más de 140 convenios firmados con 160 asociaciones.

No es casualidad que Álvaro Gutiérrez haya elegido «La cercanía, base de la política» como lema de su intervención ya que -señala- la cercanía «es una de las cualidades que me definen como persona y que marcan mi actividad política». Su apuesta pasa por el contacto directo con los ciudadanos como una forma de mejorar la vida de estos «, una cualidad que para él es sinónimo de respeto, de igualdad y de «antídoto» contra el insulto y la demagogia.

[ze_summary text=»Una buena política es la que resuelve los problemas, no la que los crea»]

Una buena política es la que resuelve los problemas, no la que los crea[/ze_summary]

 

En su opinión es la cercanía la que promueve el diálogo y el entendimiento, «que son la base de una buena política» y «una buena política es la que resuelve los problemas, no la que los crea». Añadía que «soy un enamorado de la política limpia y honesta, de la política cercana, de aquella que pone a los ciudadanos en el centro porque estoy convencido de que esa es la política desde la que se puede mejorar la vida de las personas».

Tildaba de «impresionante» la experiencia de liderar el gobierno de la Diputación de Toledo, un reto que está afrontando guiado por la cercanía y las ganas de trabajar para cambiar las cosas. El también secretario general del PSOE en la provincia se refería a un «tiempo nuevo» en la gestión de la Diputación: «una de las metas que teníamos era devolver el prestigio que había perdido la institución por una mala gestión del equipo anterior; y modestamente creo que lo hemos conseguido», máxime cuando «hoy la Diputación se identifica con generación de empleo, inversión en municipios, lucha contra la pobreza infantil, lucha por la igualdad de género, apoyo a colectivos sociales, fomento del turismo, del deporte y de la cultura… demostrando que nuestros compromisos no era un papel mojado».

A la cercanía y el cambio, Álvaro Gutiérrez sumaba el diálogo en el DNI de su gobierno, «recibiendo el apoyo de dos fuerzas políticas -Ciudadanos e IU- y siendo ejemplo de lo que hay que hacer cuando la ciudadanía no quiere mayoría absoluta: entendimiento y soluciones».

«En la política se necesita mayor serenidad»

El presidente de la Diputación y alcalde de Escalona considera que España vive un momento de cierta convulsión política y de desafección ciudadana hacia las clases políticas. En este sentido, cree que la política necesita «mayor serenidad» y «mayor perspectiva global». Argumenta que la gente pide «algo sencillo: gobernantes responsables, serios y que den solución a los problemas», una responsabilidad «no solo del gobierno, también de la oposición»

«La gente está preocupada por su trabajo, por el de sus hijos, por pagar la hipoteca, por mejorar la sanidad, la educación, los servicios sociales… y algo no funciona cuando un país se preocupa más por tesis doctorales o por conversaciones privadas que por sacar adelante unos presupuestos».

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