La Consejería de Sanidad de Castilla-La Mancha ha adquirido 366.500 dosis, 116.500 más que el año pasado, para la campaña de vacunación de la gripe, que comienza hoy.
Se recomienda la vacunación a los mayores de 65 años, los profesionales sanitarios y personas con enfermedades crónicas cardiovasculares, pulmonares o metabólicas crónicas, como diabetes, anemia o insuficiencia renal, entre otras.
Las vacunas para la campaña de este año han tenido un coste de 840.000 euros y se han adquirido mediante compra centralizada.
Para hacer frente a los colapsos que se suelen producir en los hospitales en las semanas de mayor incidencia de la gripe, que suele ser entre las navidades y principios de año, la Consejería ha diseñado un plan a través del Plan Dignifica.
Según informó el pasado 5 de octubre el consejero de Sanidad, Jesús Fernández, para dar respuesta a esos picos de incidencia de la gripe hay tres opciones: disponer más recursos para albergar a los enfermos en los hospitales, aumentar el número de profesionales y reforzar de manera puntual en los momentos de mayor afluencia de pacientes.
La campaña pasada la tasa acumulada de personas que padecieron gripe fue de 2.834 casos por cada 100.000 habitantes, y el índice de personas que se vacunaron fue del 54 por ciento de los mayores de 65 años y del 28 por ciento de los profesionales sanitarios.
En particular, la Consejería hace un llamamiento a los grupos de riesgo para que no dejen de vacunarse y, además de los mayores y los profesionales sanitarios, deben hacerlo los trabajadores de residencias de mayores o centros de atención y los de servicios públicos, para no transmitir la enfermedad a personas de alto riesgo.
También, los menores con tratamiento prolongado de aspirina, los viajeros a países tropicales o al hemisferio sur y aquellos que, por su ocupación, estén en contacto con aves.
La vacuna de la gripe protege, aproximadamente, al 80 por 100 de las personas que se la ponen, aunque en todo caso sigue siendo recomendable porque reduce la gravedad de los síntomas y el riesgo de complicaciones graves, tanto en mayores como en crónicos.
Está contraindicada, no obstante, en los casos de infección aguda o fiebre, y en las mujeres embarazadas se administrará después del primer trimestre.
Tampoco se debe administrar a los bebés menores de seis meses ni a personas con reacciones anafilácticas severas tras la vacuna antigripal o tras comer huevo, aunque de hecho, los alérgicos al huevo deben consultar al personal sanitario sobre la conveniencia o no de vacunarse.
Para evitar contagios del virus de la gripe es aconsejable taparse la boca al toser y estornudar.